Antes
de este post, debes ver:
Como dije, Meade fue colocado en la Subsecretaría
de Ingresos de la SHCP (enero de 2008) para “apoyar”
la intención de llevar a Mouriño a
la candidatura del PAN a la presidencia de la República, sin embargo a la muerte
de ese siniestro personaje caldeRon
tuvo que modificar la estrategia, adoptando a Ernesto Cordero como posible garante de la “continuidad” panista.
Así, coloca al nuevo “delfín”
al frente de la SHCP (diciembre de 2009) bajo la encomienda de “apoyar”
la posible candidatura del titular.
Desde la llegada de Cordero a
la SHCP, se buscó modificar la legislación del Fondo de Excedentes en materia
energética (que se logró en 2010), esto generó fricciones entre Carstens y Cordero, pues según el primero la inserción discrecional de
recursos a actividades no programadas podía ocasionar presiones inflacionarias,
Meade entonces fungió como “amortiguador”
entre ambos personajes.
Carstens se “alió”
convenientemente al grupo que apoyaba la candidatura de Josefina Vázquez Mota, para evitar la reforma legal y Meade realizó las gestiones ante el
congreso para lograrla; resultando un encarnizado pleito que quizá impidió que Meade fuese ratificado en la SHCP, pues
Carstens mantuvo hasta hace poco
gran influencia en ese nombramiento.
Al final, el fondo generado
para apoyar la candidatura de Cordero
fue directamente negociado por Meade
con Peña Nieto (no sé si con la
aprobación de caldeRon o sin ella),
ese apoyo en su momento fue cobrado.
Por lo que ya en esta
administración de Peña, el señor Meade
fue colocado como titular de la SRE, que
parecía ser el preámbulo de su ocaso, pero no, pues precisamente
ahí donde señaló “Yo voy a ser presidente de México”, y según algunos enterados y
cercanos colaboradores desde entonces inició una intensa agenda (campaña)
dirigida primero a las estructuras latinoamericanas, cambiando lealtades a
cambio de “favores” logrando en la Conferencia de Estados Latinoamericanos
y Caribeños (CELAC) un “acuerdo” con muchos “favores
a las naciones leales” y pocos avances reales a la unidad.
Después un “acercamiento”
con las estructuras de poder norteamericano, especialmente en una “negociación”
de la Iniciativa Mérida que costó a México la retención de 100 millones de
dólares por parte del Senado norteamericano y “moverse” al Plan Colombia
al aceptar que el problema es de nuestro país y que los gringos son los
afectados, con una “política flácida” y una abyección inaudita, desde 2013 México
entregó parte de la soberanía nacional al aceptar de manera incondicional los
postulados establecidos, que según dicen Peña Nieto consideró muy por debajo de
sus expectativas y por lo tanto cambió la sede de las negociaciones a Bucareli
en mayo de 2013.
Con lo que Meade reorganizó su “estrategia”
viendo un “horizonte” en Europa, en donde varios países habían manifestado
su interés en establecer tratados comerciales bilaterales con México, así
inició con Dinamarca (y los países nórdicos) y Rusia; logrando a mediados de
2013 una “promesa” del gobierno de Suecia para un tratado bilateral de
comercio, que por cierto no ha sido concretado.
El proyecto presidencial de Meade, desde esa dependencia del
Ejecutivo Federal logra sus primeros frutos, cuando logra “conjuntar” voluntades
para la integración de la Alianza del Pacífico (APEC) pero especialmente cuando
(a raíz de la aprobación de la Reforma Energética) logra un “acuerdo comercial”
con los inversionistas texanos interesados en el tema.
Pero, quizá la parte medular
de esa estrategia fue la negociación para una visita de Francisco a México,
logrando la promesa de tal situación hacia finales de 2014, aunque ya no le
toco recibirlo.
Pero, en concreto, la “administración”
meada
(así) en la SRE aparte de promesas, NO trajo nada, no dejó nada, no propició
mejores niveles de integración internacional y sí una inmensa ola de “posibilidades”,
de “promesas”
y nada de compromisos.
Cobró el favor, usó el cargo
para promocionar su imagen, permitió la degradación de las relaciones de México
frente a Estados Unidos de Norteamérica, sin chistar siquiera ante el
incremento exponencial de las deportaciones de compatriotas por parte de ese
gobierno.
Pese a que en enero de 2014
logró que Peña fuera recibido por el
gobierno cubano (ya siendo titular Raúl
Castro) y por el mismo Fidel
como un acto de cortesía diplomática, no logró recuperar el nivel de esa
entrañable relación, en el marco de la II Cumbre de la CELAC.
En ese evento Peña se “placeo” teniendo entrevistas
además con la presidenta de Costa Rica, Laura
Chinchilla; Dilma Rousseff, de
Brasil; Cristina Fernández de Kirchner,
de Argentina; la mandataria electa de Chile, Michelle Bachelet; el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega Saavedra; el de Ecuador, Rafael Correa; el Primer Ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves; el presidente de Chile, Sebastián Piñera; el de Perú, Ollanta Humala y el de Colombia, Juan Manuel Santos.
Además, Peña Nieto entregó “La Orden Mexicana del Águila Azteca”
al presidente de Uruguay José Mujica
por ser amigo de México y servir a la humanidad.
Eso le hizo ganar algunos
puntitos a Meade y acercarse al “corazoncito”
de Peña.
Esta
historia de avado e IMPUNIDAD continuará.
Otras
entradas relacionadas:
Comentarios
Publicar un comentario