“La historia se repite primero
como tragedia y después, como comedia”
Marx
El salinato que el señor Salinas denomina “un paso difícil hacia la
modernidad” SALUD. Empezó bajo una
estela de duda, en un velo de absoluta insatisfacción social nacional y como
mecanismo de legitimidad, forjó un estado represor: con sus opositores, con los
gobiernos locales que no aceptaban el cambio anhelado, con las comunidades que
buscaban la mejoría local; en fin un estado opresor y represor.
En la primera parte de ese estadio social, arrinconó a sus
opositores (empezando por los de casa) mostrándoles su capacidad de “convencimiento”
y “persuasión”,
hasta llegar a grado de locura en casos paradigmáticos. Encerró a “la joaQuina” y cambió a
13 gobernadores. SALUD
Después se alió con los piores (así) enemigos de México
mediante la entrega de jugosas prebendas y la promesa de grandes negocios. Acordó con Diego Fernández y parte del PAN cambios constitucionales y legales
que lejos de beneficiar a México, sirvieron para mantener canongías y fueros,
para hacer negocios y para empobrecer al pueblo.
Mantuvo una permanente ofensiva contra todo aquel que en su
derecho de disentir se expresaba, acabó con las incipientes estructuras de
organización social local, encarcelando y matando a todo aquel personaje que se
atreviera a cuestionar su “proyecto” de nación. SALUD Hay cuentas de hasta 4 mil personas muertas o
desaparecidas por su activismo político o social.
Desquebrajó los estancos de poder que el mismo sistema había
alimentado y mantenido durante décadas, hasta arrinconarlos. Aparte de los cambios de caciques locales, se
encargó de romper con prácticas ancestrales de equilibrios de poder local.
Salinas con
acciones mediáticas, recuperó parte del poder perdido en las elecciones
intermedias de 1991 y vendió la idea de que hacia el final de su “administración”
México “tocaría” a las puertas del primer mundo. SALUD
Pero su “sueño” de poder omnipotente y su “esperanza”
de trascender en la historia simplemente se desvaneció, primero con un estado
hecho añicos desde el mismo centro de poder nacional, que él llamó la “nomenklatura”
SALUD
“nomenklatura” es el término por él usado para definir lo indefinible, para llamar a la ignominia en que estábamos y para descargar la
culpa en lo etéreo. SALUD
Después con un levantamiento “revolucionario” que
mostró la cruda realidad de las olvidadas comunidades indígenas, el abandono
del pueblo y sus raíces, que descarnadamente le enseñó a él al mundo el resultado de 100 años de
dominación y relegación nacional.
El salinato concluye con una tremenda
crisis económica (que revienta en enero de 1995) y con un movimiento indígena que
deja ver la tremenda desigualdad nacional.
En 2012, esta “administración” regresa a la vieja
práctica de encerrar a un aliado y “convencer” a sus enemigos locales
(gobernadores) de la necesidad de estar de su lado, hasta llevarlos a la
extrema enfermedad o simplemente relegarlos a un segundo plano. SALUD
Generó (desde el mismo inicio) un mecanismo que llamó “pacto”
con el que a cambio de promesas, espacios y dineros públicos, “convenció” a los
otros enemigos de México que era tiempo de hacer los “cambios que necesita México”,
instrumentó todo un entramado de prebendas y canonjías que habremos de pagar
tarde o temprano.
Desde el principio lanzó una ofensiva (muy ofensiva) campaña
de descrédito, violencia y sometimiento, contra todas las organizaciones
sociales, contra todos los líderes locales defensores de derechos primordiales y
defensores sociales, que hoy (confundidos con la violencia entre carteles)
lleva ya más de dos mil muertos o desaparecidos; en realidad es una guerra
de baja intensidad que se ha cargado a la lucha contra el narcotráfico
y que no se contabilizad ni se visibiliza, es una verdadera masacre de líderes
sociales locales.
La “nomenklatura” de Salinas, no era más que el regreso de
todos sus actos, lo llaman el karma o también “ajuste
de cuentas” es en realidad el resultado de un proyecto que relegó a
millones para seguir beneficiando a miles, es una política de depredador que
hace 20 años reventó y acabó con un estado opresor y tirano (cosa que pareció
haber entendido Zedillo)
Veinte años de distancia un ciclo que se repite y que parece
acelerarse, ahora la
crisis económica parece estar a la vuelta de la esquina y las ganas de
venganza de los millones de relegados está más viva que nunca.
A Peña Nieto le
salen las cosas a la inversa, sus “acciones” no llegan a ser mediáticas
y en el mejor de los casos apenas califican como una posibilidad real de que
los mexicanos mejoremos, le urgen golpes de gran calado para poder mantenerse,
ya no para recuperar el congreso.
SALUD
No dejes de ver:
Comentarios
Publicar un comentario