Vallejo impune no sólo porque fue financiado por el narco
para llegar a la gubernatura de Michoacán, no sólo porque defraudó al pueblo
que votó por él para sacar a otros mafiosos que se habían apoderado del poder
político local, no sólo porque se involucró con los mismos que estaban
involucrados sus antecesores. Sino
porque además deja a esa entidad federativa peor que cuando llegó, invadida por
la federación y podrida hasta los huesos.
Vallejo impune porque alargó (estiraron a quienes sirve) su
periodo hasta hacerlo legal y ahora en lugar de interino habrá gobernador
sustituto (que acabe el periodo) y permite a los mismos quedarse en el poder hasta
más allá de lo que el pueblo aguanta.
Impune porque lejos de ser sometido a la ley, negoció, para
él y para su grupo (incluido su hijo) impunidad y prebendas.
Impune porque ahora el estado libre y soberano de Michoacán
de Ocampo es sólo una extensión del poder federal y ahí otro grupito de poder
hace y deshace a su antojo, respeta a su conveniencia los parámetros de
legalidad y convivencia.
Pero lo más grave es que en esos arreglos de poder, deja la
semilla de para la perpetuación del estado de cosas que siguen pasando en
Michoacán.
Fausto se fue, pero ahí se queda toda la camada de
transgresores de la ley y las instituciones, porque en Michoacán ahora la
ilegalidad se universaliza, pues antes era sólo michoacana, ahora llegan los “federales”
a tomar parte del botín.
Esa porción de territorio mexicano que desde los 70 era una
podredumbre, era SU podredumbre, ahora es la podredumbre de varios más.
SALUD
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