Ayer por simple morbo. Observé el video que circulaba en
redes sociales sobre un ataque a Fausto
Vallejo, en principio pensé ¿a quién
se le ocurre ir a meterse ahí?, pero ya con detenimiento de la noticia
observo un tratamiento diferenciado, mientras unos dicen que Vallejo realizaba un acto oficial, los
trabajadores al servicio del estado, fueron a reclamarle tras haber sido
declarada inexistente su huelga.
Que sus reclamos eran respecto de la falta de recursos para satisfacer sus demandas,, que había un grupito de personas con intención de
armar camorra y que eran una bola de rufianes que ni siquiera
son trabajadores del gobierno que lo único que esperaban era la
reacción de Vallejo y su escolta (por cierto trae una verdadera escolta)
Según me dicen algunos conocidos de por allá, lo que pasa es
que las fuerzas políticas locales, los grupos de Jesús Reyna y del PRI más recóndito (de ese que siempre ha visto al
gobierno como negocio privado) han sido marginados de sus actividades y están
tratando de establecer nuevos límites para evitarlo.
Ahora leo que Vallejo ya anunció que “caerán más funcionarios”;
“que
hay muchas investigaciones en curso y habrá sorpresas”; al verdadero
estilo de la mafia de los 80, la respuesta es una amenaza.
Escalar el nivelo de violencia o sentarlos a negociar, es la
disyuntiva que observa tan distinguido personaje y la
respuesta, en principio será mayores niveles de violencia, pues los enemigos
(contrincantes) han sido reducidos al encarcelar a su líder y retirarlos de
algunas posiciones clave en la hacienda local.
Sin entrar a ser pitoniso, sin jugar a la adivinación, la
descomposición al interior del partidazo, empezó hace algunos meses y ha venido
escalando los niveles (la aparición de Marbella
en un video haciendo ejercicio de un florido vocabulario) y los posibles videos
que “la
Tuta” y sus secuaces tendrían de diversos funcionarios estatales y
municipales, tienen muy inquieto el gallinero.
Un primer reflejo (así sólo como consecuencia) es la
agresión a Vallejo, pero ahí en esa
olla de corrupción el caldo que se cuece hierve y hiede. Parece que las redes de poder local no
entienden la presencia de Castillo y
la ausencia de Vallejo parece que
los trapos sucios se lavan ahora en los tribunales, pero ¿alcanzarán las cárceles para
todos?
SALUD
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