

Hace años se
decía que un presidente, en su quinto año de gobierno estaba sólo y tenía que
empezar a hacer la listita de cosas que había de dejar como pendientes a su
sucesor (cuando la sucesión era entre cuadernos del PRIncipado, también hacían
una listita de los temas que no debían de tratarse de manera mediática a su
salida.
Ahora parece
que a casi 900 días (875 para ser exactos) Peña
además de estar siendo abandonado hasta por quienes le eran muy fieles (hasta Osorio, ya le gritonea); está haciendo
una lista con tantas cosas como si nunca hubiera estado y requiere tanta
atención que ya ni los medios le consideran digno de ser transmitido.
Hace un par
de días (según me informan de su cuerpo de asesores) le pidieron a Rogerio Azcárraga (grupo Fórmula)
espacios para entrevistas en los programas noticiosos de esa cadena y la
respuesta desde la Dirección General de la cadena fue: “pues hablen con los productores y
directores de cada programa”
El señor Peña está tan depreciado que ni toda la
“caballería”
de “operadores políticos” que han mandado a las estructuras partidistas (del
PRI, por supuesto) en los estados, ha logrado generar un proyecto de acuerdo
para la dirigencia nacional de ese partido.
El señor Peña tiene tan poca credibilidad
interna que ni las propias estructuras de gobierno responden de manera unísona
a sus instrucciones, es más ya hay quienes le cuestionan respecto de ellas; me
dicen que tras la determinación de aumentar el precio de los combustibles, el “hijo
de la china” le recetó aquella máxima maquiavélica de que “al
tirano mentiroso, lo desprecian más que al tirano a secas” y de manera
apresurada, corrigió con una adenda muy estúpida.
Me dicen que
apenas el fin de semana, mandó tres de sus ChPT (chingones pa todo) a “entrevistarse”
con un gobernador (no priista, aunque de viejo cuño) que va a entregar a un
electo priista, para “acordar” condiciones mínimas de
transición y los “poderosísimos” emisarios fueron recibidos por el Secretario de
Gobernación local, sin llegar a acuerdos y con una “disculpa” del gobernador
que: “tuvo que atender cuestiones personales, inaplazables”
El señor Peña, está tan empequeñecido
local y externamente que hasta ha “pensado” (cosa muy rara en él) en
pedir licencia al cargo, pero quienes le pusieron ahí le dijeron: “ahora
te aguantas”
El señor Peña, en la soledad de su despacho,
descansa más de lo que trabaja y en la de su alcoba duerme más de lo que le es
permitido.
Ya se acabó
esta administración y las estructuras progresistas siguen sin tener una agenda
de transición, pese a que López Obrador, lo haya puesto como condición para la “salud
nacional”, es hora de dejar de pensar en lo que pasará con Peña y
actuar para hacer que pase con México, lo mejor para su población.
SALUD
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