Pese al discurso oficial de que todo va perfectamente bien,
nos recetan un “recorte preventivo” en el presupuesto federal; que pues está
afectando directamente al gran programa de infraestructura que nos hicieron
creer que era el pilar del desarrollo de México, es decir derrumban su pilar y
con ello derrumban su proyecto de país, como dije hace unas semanas “las
ganas de venganza de los millones de relegados está más viva que nunca“
Pues se derrumba su “proyecto de nación” y como dicen por
ahí una vez conseguida la casa blanca que importa el tren a Querétaro, claro
que después podrán decirnos que la cancelación de la licitación era parte de
una estrategia “prebientiva” (así) en caso de que una contingencia económica se
presentara o incluso ante la inminencia de que esa contingencia se presentaría,
aunque apenas en octubre pasado el ”vidente” Videgaray nos afirmaba que bastaba con “suavizar la trayectoria del gasto
y no afectar la dinámica positiva que ha venido observando la economía mexicana"
Como en 1995,2002 y 2009 la contingencia ya llegó y parece
que ella viene y parece que suavizar no bastará y hay que “ajustar”,
aunque claro este recorte es “preventivo” quizá prevenga su nivel
de incapacidad por prever la inminente debacle.
Pese a sus “reformas estructurales” hoy la
población mexicana no observa una posibilidad de mejora en las condiciones de
vida; pese a sus “reformas estructurales” la economía nacional no muestra la
menor intención de mejorar; pese a sus “reformas estructurales” la clase
política sigue sumida en un marasmo intelectual y hasta en un abismo de
desesperación.
Queda claro que un “recorte preventivo” sólo traerá un
retraimiento en los niveles de inversión privada y hasta un retiro de esa
inversión; es más, ya algunas de las inversiones previstas, fueron postergadas
hasta que se observen mejores condiciones para realizarlas; también es claro que los
señores inversionistas en materia petrolera simplemente no se presentaron a la
tan anunciada ronda uno de licitación de la extracción; también es claro que
retirar 124 mil millones de pesos del presupuesto público (especialmente en materia
de infraestructura) retardará lo que se considera el detonador de los ciclos
económicos, la construcción; por último, queda claro que los enfrentamientos
entre los grupos políticos nacionales de todos los partidos políticos y entre
ellos, están llegando a niveles de agresión.
Ya el descontento social ante la imposibilidad de obtener un
empleo o conseguir uno en condiciones muy deplorables de ingreso, están jugando
en contra de los “administradores”; ya los niveles de represión mostrados por un
estado intolerante, están generando mayores fuerzas opositoras; ya los “discursos
peñajos” no convencen, es más ni siquiera transmiten.
Ya la sociedad mexicana hace esfuerzos extraordinarios para
tratar de sobrevivir al día a día, ya los estudiantes están al borde de la
desesperación por la visión de un futuro muy obscuro; ya los campesinos no esperan
una mejora, sino que las condiciones no empeoren.
Este “recorte preventivo”, es como decía
mi compadre Don chato “un disparo en la pata” y el primer paso al precipicio.
SALUD
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