Sumergirse en la “información” que se publica de
nuestro país en el mundo ya no resulta terapéutico, es repugnante.
Hace unos años, muchos mexicanos como catarsis nos
remitíamos a la información que se publicaba en España o Estados Unidos, para
medir el disenso internacional respecto de la política mexicana; desde hace
tres años las notas sobre México pasaron a diarios de Francia, Alemania e
Inglaterra (Reino Unido) y los mexicanos nos regodeábamos con el tratamiento
que ahí se daba a nuestro gobierno y en general a las “instituciones” de nuestro
país.
Hoy recorrer esas páginas ya no resulta terapéutico, es
repugnante; dejó de ser alentador The New York Times deja claro que “el
gobierno mexicano está inmerso en una profunda crisis de credibilidad interna y
externa”; The Economist (pese a su marcado conservadurismo respecto de
la política mexicana) marca al gobierno de Peña Nieto como “inoperante
y poco autocrítico, respecto de las políticas sociales”; El País ha
publicado en el último mes un centenar de notas respecto de Ayotzinapa y la
Casa Blanca de la primera dama (como para ejemplo nacional); hoy aparecen tres
reportajes (en tres influyentes medios europeos) que comparan la barbarie entre
la “guerra”
de Felipe Calderón y los dos años de
Peña Nieto, en los que este último
sale muy mal librado.
A propósito de esa “propiedad” de la familia presidencial
Financial Times dice: “El Presidente mexicano bajo fuego luego de
que cuestionamientos sobre mansión recrudecen protestas” y aunque no
hay matemática social o “predicción del comportamiento social”
la liga parece llegar al límite de su resistencia.
Apenas ayer leía un artículo de Zukerman respecto de lo barato que le ha salido a Peña Nieto el escándalo de la casa
blanca y me acordé de un caso de un candidato al senado norteamericano, en el
que su esposa (inversionista de una constructora) había “negociado” con una
empresa (del mismo ramo de la construcción) la triangulación de fondos para la
campaña. Hoy la esposa del candidato y
el socio mayoritario de la otra empresa están en la cárcel y obviamente el
candidato retiró su postulación; pero en México la esposa del presidente pudo “negociar”
la construcción de una casa a cambio de quien sabe qué cosa y no hay consecuencia
legal alguna, ese es el país de la absoluta impunidad en que vivimos.
Pero regresando al tema, hoy los padres de los jóvenes
desaparecidos en Iguala (jóvenes estudiantes de una escuela normal) fueron
recibidos por granaderos ante la sede del Senado y sólo llamaron indolentes a
los senadores; también hoy The Telegraph nos muestra cuantos mexicanos “desaparecen”
diariamente y como acumulados en lo que va de este año son más de 2 mil; hoy
también se nos dice que Javier
Villarreal (que fue secretario de finanzas de Humberto Moreira) entregó 2.3 millones de dólares al gobierno de
Texas (para enfrentar en libertad un proceso penal por lavado de dinero) pero
aquí ni siquiera es requerido por la autoridad para aclarar el destino de los
recursos de la deuda del milenio.
La cara de la indolencia llega a niveles inusitados y como
dije antes, la liga llegó al límite de resistencia; la sociedad está muy
cansada y ya es repugnante enterarnos de su indolencia.
SALUD
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