Verás
cuanto ofreciste o te ofrecieron
y
todo volverá a dormir despacio.
Andrés Newman
Ese señor que se
desplazaba por un cable que se balanceaba con una vara que le permitía nivelarse
y con ello mantenerse en el cable, una marioneta que veíamos en el circo de
hace muchos años, un “arte” que dejó
de presentarse; un espectáculo que sólo queda en la memoria de algunos.
También aquella pésima novela de una autora uruguaya o
paraguaya que trata de trasladarnos a París y mostrarnos los bamboleos para el
equilibrio humano, pero no atina a presentar lo que desea o lo hace de manera
tan desastrosa que sus personajes se derrumban.

Bueno, pues esto viene al caso ya que hoy está convocada una
marcha y concentración en la plaza mayor de la ciudad de México o como decía
uno de los grandes maestros del siglo pasado “en la plaza de todos los
mexicanos” por cierto el mismo maestro
señalaba que “el humano es por naturaleza un equilibrista
que trata de sortear la vida en medio del peligro y la desesperación”
ese sabio maestro nunca se metió a la política a pesar de que como él decía “me
han venido a endulzar el oído, diciéndome que el pueblo me reclama; pero no,
sólo son ellos que creen ser el pueblo”
Esa mega manifestación (pues además de la Plaza de la
Constitución de Cadiz, habrá concentraciones en unas 50 ciudades de la
república) será sin duda, otra muestra del disgusto social acumulado en
algunos mexicanos desde hace unos 50 años, podrá convertirse en un catalizador que
deje salir parte de la presión de manera controlada (como en olla exprés) o podrá
convertirse en algunos casos en otra muestra “violenta” del ya
incontenible malestar de esa parte de la sociedad que insatisfecha por lo que
tiene y lo que observa que viene, simplemente “no le queda más que perder”
Hoy se vence un plazo, uno que de manera clara fijaron hace
unos días los convocantes y manifestantes de la jornada nacional por
Ayotzinapa, hasta hoy le dieron al gobierno para presentar a los estudiantes
normalistas desaparecidos hace un mes y el indolente gobierno simplemente
parece no haber escuchado (aunque a lo mejor están dilucidando a quién le
compete dar cumplimiento a la exigencia), ya ayer una asamblea
interuniversitaria convocó a otra jornada nacional de paro para mostrar su
enojo y un conglomerado de organizaciones sociales llamaron a un paro nacional
de 72 horas.
La sociedad toda, guarda los equilibrios aunque ya hay
fricciones serias entre grupos sociales antagónicos, la violencia ha escalado
cada vez con mayor manifestación de intolerancia; sólo como muestra les diré
que ayer en un transporte público dos ancianos (de unos 65 a 70 años) se
enfrentaron en una acalorada discusión, entre si López Obrador convocaba a
sumarse al paro nacional o no debía de meterse en cosas que no le importaban,
ellos (a su edad) llegaron a las manos (no pasó de empujones); así que
imaginemos a los jóvenes que hoy se reunirán en las plazas públicas nacionales.
La sociedad se ha convertido en un equilibrista y la vara
parece ya no servir para la función circense que tenía destinada; los políticos
(TODOS) siguen haciendo “equilibrios” en su cable (que está a
punto de reventarse) para no caerse del alambre; pero de verdad, los
EQUILIBRIOS SOCIALES hace mucho que se perdieron y hoy las fricciones pueden hacer estallar la bomba.
SALUD
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