El 30 de marzo de 2012, en el inicio de su campaña (en
Guadalajara) el señor Peña Nieto prometió:
“triplicar
el crecimiento económico respecto del promedio de los 10 años recientes”,
si se refería al periodo 2002-2011 el promedio de crecimiento anual había sido
del 1.59%, triplicarlo era apenas llegar a 4.8% (muy lejano a lo prometido por
el burro con orejas de Fox y aun así
poco viable en el proyecto neoliberal en que estamos inmersos desde mediados de
los 80)
Aunque en ese discurso dijo que su meta era establecer el
crecimiento del PIB en 6% hacia el final del periodo, alineado con la meta de
triplicar el crecimiento económico de México.
En el PND critican el “pobre crecimiento de México entre
1981-2011” que señalan de manera explícita en 2.4% anual, sin señalar
metas específicas vuelven a fijar el crecimiento de la economía hacia 2018 en
6%.
En Programa Nacional de Financiamiento del Desarrollo
2013-2018 (diciembre de 2013), establecen por primera ocasión “metas”
del PIB y señalan: 2015, 4.7%; 2016, 4.9%; 2017, .2% y 2018, 5.3% (ya nos
escatimaban siete décimas de punto porcentual, pero pues ni modo; para el
presupuesto 2015 la meta de crecimiento se fijó en 3.9% ahí nos vuelven a
quitar ocho décimas de punto porcentual (respecto de su meta establecida apenas
ocho meses antes)
Pues bien, hoy será presentado el “paquete económico 2016” y parece que con todos os “ajustes”
apenas prevén (si es que saben algo al respecto) un crecimiento económico de 3%
8que es 1.9% menor que el establecido en su Programa de diciembre de 2013.
Ya con esto ya dejamos de crecer 1.1% anual respecto de
las metas del señor Peña de 2012 y casi 1% respecto de las de diciembre de
2013; pero con la realidad ya estamos creciendo menos de lo que ello criticaron
en su PND de 2013, apenas estamos llegando a 2.1% en los tres primeros años de
esta “maravillosa administración”
Sin embargo siguen haciendo cuentas alegres, el señor Videgaray considera para este
Presupuesto de 2016 una reducción de más de 136 mil millones de pesos (casi
todos ellos en gasto de infraestructura) y en su “exposición de motivos”
dice algo así como “las fortalezas creadas a partir de las reformas estructurales, nos dan
certeza en la llegada de inversiones privadas que subsanarán la inversión
pública”
Pues la “inversión privada” que podría
subsanar la ineficiencia gubernamental debía duplicarse en 2016 y eso
simplemente NO VA A PASAR.
La confianza de los inversionistas en el futuro de México
está muy por debajo de las “expectativas” del señor Videgaray y de Peña Nieto; los “inversionistas” consideran a México
en el lugar 59 de 63 mercados de inversión global; hoy los grandes
inversionistas (que son las pequeñas y medianas industrias) están cerrando
gracias a una política fiscal muy “generosa” para el gobierno y las grandes
empresas; y muy restrictivo para los pequeños y medianos inversionistas.
Mientras hablan de proyectos
de Asociación Pública Privada (que en realidad son negocios para sus socios
y amigos), mientras hablan de bursatilización del mercado de infraestructura educativa
(que es otra
variante de negocio para sus cuates) México sigue esperando un desarrollo
del mercado interno.
Mientras ellos siguen pensando en los “fabulosos
negocios” de sus cuates, los mexicanos seguimos cayendo en el espiral
de la miseria.
Los discursos de bonanza económica para el futuro de
México, me recuerdan aquella famosa frase del salinato “estamos
tocando la puerta del primer mundo” y el desenlace parece der
inevitablemente el mismo, una macro crisis que pagaremos todos para que ellos
puedan seguir haciendo negocio con sus amigos y hasta con los amigos de los
amigos.
No hay variedad en el menú, ellos y sus aliados ganan y
todos nosotros perdemos; ellos cargan una cajita con sus cifras alegres y los
mexicanos cargamos con la ineficiencia de esas cifras.
SALUD
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