El 18 de septiembre el Subsecretario de Protección Civil, señaló
que en los diez estados: Guerrero, Veracruz, Hidalgo, Puebla, Jalisco,
Michoacán, Tamaulipas, Morelos, Oaxaca y Nuevo León, se tenía un total de 218
mil damnificados y unas 35 mil viviendas afectadas.
Ayer escuchaba que ese balance había sido incrementado y que
ya había 80 mil viviendas (nótese que el término no hace referencia a tipo de construcción
o casa habitación, sino a lugares donde vive la gente) afectadas, quiero
suponer que ya incluye los 23 estados de la república que se vieron involucrados
en el desastre natural.
Ayer también el señorcito que trabaja (o cobra) como
Secretario de Educación indicó que en 10 estados (Veracruz, Tamaulipas, Puebla,
Hidalgo, Colima, Zacatecas, Oaxaca, Sinaloa, Guerrero y Chihuahua) se habían
contabilizado más de 43 mil escuelas (así, lo que hace suponer edificaciones o
inmuebles o cuatro paredes con esa categoría) dañadas, sólo 500 con daño total.
Que ingenioso mecanismo de ataque de la lluvia, mientras
afecta 80 mil casas también “afecta” 43 mil planteles educativos, benevolente con
la población civil e implacable con las “escuelas” podemos decir que la lluvia
está en contra de la educación.
No se como explicar tan aberrante situación, quizá el “ilustre”
señor Chuayffet tenga alguna aguda
explicación (como casi todo lo que él y su avispado mecanismo de comunicación)
al respecto, pero momo soy un verdadero mal pensado, sólo se me ocurre que ya
está preparando el camino para obtener recursos para reparar las 43 mil “escuelas
dañadas”, bueno digamos que preparando el terreno para beneficiarse con
presupuesto para esa acción.
Habría que preguntarle si sabe ¿Cuáles escuelas? Pues ya ven
que todavía no sabe cuantos maestros pagamos.
SALUD
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