Andrés Manuel López
Obrador, ya lo había anunciado desde antes, pero a mediados del mes de
abril en un marco totalmente preparado, mediante una entrevista a Jacobo Zabludovsky, ratificó su
intención (haciéndonos copartícipes de ella) al decir “vamos
al 2018” por Morena y seguramente con la adhesión de algunas otras
fuerzas partidistas minoritarias (PT. MC) sin descartar una
gran alianza de izquierdas.
Desde hace unas semanas, diversos “liderazgos” del PRD han manifestado la necesidad de promover a Miguel Ángel Mancera; entre ellos Carlos Navarrete, lo destapó sin “descartar”
otros liderazgos; también se pronunció al respecto Miguel Barbosa, líder de la fracción del PRD en la Cámara de
Senadores, pero dejando claro que el PRD no necesita candidato sin proyecto
(como aquel “primero programa y después candidato” de Don Jesús), por lo que solicitó a Mancera hacerse cargo de presentar un proyecto; el líder de la
misma fracción pero en la Cámara de Diputados, aseguró que “Mancera
es el principal activo, del PRD” para después aclarar que “en
este momento sería inadecuado e inoportuno”
Pero, es un hecho que Miguel
Ángel Mancera, está forjando
imagen para estar en las boletas electorales del 2018.
En el PAN desde hace tiempo, se sabe de la intención de Margarita Zavala de contender por la
Presidencia Nacional del partido y (después) por la candidatura a la Presidencia
de la República; Gustavo Madero
parece que no ha dejado de lado su ambición por ser candidato a la Presidencia de
la República, aunque las posibilidades reales de lograrlo cada vez son menores;
alguien me dice al oído que Santiago
Creel ex casi todo, también está enfilado y haciendo alianzas para
lograrlo; finalmente quien sin lugar a dudas está puesta ahí ya desde hace
mucho tiempo es Rafael Moreno Valle ahora
”gobernador”
de Puebla, pero permanente hacedor de alianzas con panistas y no panistas, para
llegar a la boleta.
En el PRI, desde la misma noche en que tomaron posesión los
secretarios de Hacienda, Luis Videgaray
y de Gobernación Miguel Ángel Osorio
Chong; se convirtieron en los mejor colocados para llegar a la candidatura
del PRI, de hecho al principio parecía que Osorio tomaba la delantera, pero desde hace
algunos meses ha preferido regresar al bajo nivel y dejar que Videgaray se presente en los escenarios
y logre los reflectores y las alianzas; sin embargo ya Manlo
Fabio Beltrones, coordinador de su bancada en San Lázaro, se encartó al
destaparse para contender por la Presidencia del CEN y desde ahí (muy
seguramente) relanzarse (ya lo hizo en 2012) para la Presidencia de la
República.
El PVEM, parece empecinarse en la figura de Manuel Velazco, gobernador chiapaneco,
como su mejor posibilidad para contender en caso de hacerlo sin alianza y para
proponerlo para una alianza con el PRI, pero falta que sus eternos aliados,
estén dispuestos a tomarlo.
Así, mientras los liderazgos de los partidos “mayoritarios”
están pensando en “apropiarse” de la estructura partidista para desde ahí
lanzarse a la candidatura presidencial; en las fuerzas emergentes, se piensa en
fortalecer una figura para tener capacidad de contender en “igualdad”
de circunstancias contra las otras fuerzas.
En el PAN seguramente, la activa participación de Felipe Calderón en el actual proceso
electoral, no está enfocada a hacer ganar a sus candidatos, sino en proponer a
las dirigencias estatales y militantes “distinguidos” la posibilidad de
apoyar a Margarita (su esposa); con
lo que aplana el terreno y favorece su postulación.
En el PRI, tras el proceso electoral, en el que todo apunta
a que el PRI no logrará resultados relevantes, es más algunos apuestan a que
tendrá una seria merma respecto del último proceso federal; la llegada de Beltrones casi puede ser un hecho;
aunque no con ello, su fortalecimiento para la candidatura presidencial.
Atreviéndome a vaticinar, puedo casi apostar que será Videgaray quien se coloque finalmente
en la boleta electoral del 2018.
Con ello ya podemos visualizar, hacia mediados del sexenio,
cuatro o cinco liderazgos que además desgastarán el de Peña Nieto (si es que
lo tiene) y fracturarán más el ya de por sí desgastado escenario.
A Zedillo se e empezó a descomponer su administración política hacia el cuarto año y llevó a Labastida a una candidatura perdida de antemano; a Calderón se le descompuso también hacia el final y el PAN empujó a Josefina a la derrota; ¿a quién llevará el PRI para ser derrotado en 2018?
A Zedillo se e empezó a descomponer su administración política hacia el cuarto año y llevó a Labastida a una candidatura perdida de antemano; a Calderón se le descompuso también hacia el final y el PAN empujó a Josefina a la derrota; ¿a quién llevará el PRI para ser derrotado en 2018?
SALUD
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