Como si fuese cuestión de magia, hay un “equipo”
de trabajo que realiza “análisis” de escenarios para la “recuperación”
de la imagen y credibilidad de Enrique
Peña Nieto, hay propuestas que van desde descabelladas hasta verdaderamente
idiotas (que no viene de grande ideas) pero dejo aquí algunas de las que más o menos
me platicaron con detalle:
Aplicación de la ley en actos vandálicos que lleguen a
presentarse en manifestaciones públicas, aunque observan gran riesgo de que si se
presenta una desgracia (muerte o lesiones graves) el efecto sea inverso;
anuncio de un cambio de parte del gabinete, invitando a personajes de la “sociedad
civil” (se barajean nombres como Miranda
de Wallace o Alejandro Martí),
pero también hacen notar que no hay mucha posibilidad de que haya un efecto de
euforia por parte de algunos grupos de población e incluso que haya rechazo y
mayores manifestaciones de descontento; detención y encarcelamiento de un
personaje público (se piensa hasta en un gobernador o exgobernador) que vuelva a
centrar la agenda en un “verdadero” combate a la corrupción
(se puso en la mesa el nombre de Humberto
Moreira) que parece ser un villano comúnmente aceptado y repudiado;
destitución, detención y encarcelamiento de un equipo de funcionarios que estén
defraudando al erario público (pero no encuentran ninguno hasta ahora) SALUD
Siguen “pensando” que el descontento social
puede ser controlado con medidas paliativas o actos mediáticos, presentándose
como “salvadores” aunque parte del “equipo” establece que debe ser un
golpe de timón de una sola vez que impacte sobremanera a la comunidad (a toda
la comunidad) hay otra parte que señala que es mucho más importante dirigir las
baterías hacia los grupos inconformes; estos últimos se han atrevido a proponer
un anuncio espectacular como la derogación de parte de las “reformas”
estructurales o la integración de un “cuerpo colegiado” para la revisión de las
mismas; una de las propuestas (que yo califico de idiota) es la convocatoria a
congreso constituyente para tener entre septiembre y noviembre de 2016 una
nueva carta magna.
Como dije ayer, los márgenes de maniobra de Peña Nieto se restringieron, la
putrefacción del sistema político nacional y su connivencia con las estructuras
criminales (ilegales y legales) que desde hace mucho tiempo han sangrado a
México; los niveles de violencia que azotan amplias franjas del territorio
nacional y la incapacidad de las fuerzas del orden público local y federal para
hacerles frente; la percepción generalizada de impunidad que ahora hasta las
televisoras señalan y sobre todo, la poca posibilidad de cambio en un plazo
perentorio. Hacen de la situación un
verdadero caldo de cultivo para que se sigan presentando disturbios, para que
escalen en temporalidad y violencia.
Además ya hay muestras (que nunca dejaron de estar
presentes) de actos subversivos, que según la “inteligencia” nacional
podrían “escalar” hasta ser incontrolables y representar para algunas
capas de población y sobre todo para el capital, un gran riesgo que les haga
abandonar el territorio y que ponen en riesgo la estabilidad de las “instituciones” SALUD
Pues bien, parece que ya sólo falta que sus muy “ineficientes”
analistas, lleguen a la conclusión que México ya tomó: RENUNCIE, pues no hay posibilidad alguna de recuperar la credibilidad.
SALUD
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