Es una forma de vida de la política mexicana, que un grupito
de privilegiados nos quiere hacer creer que “nosotros tenemos la culpa” o
cuando menos la “mayor responsabilidad” de hecho leyendo el Dictamen de las
Comisiones Unidas de Anticorrupción y Participación Ciudadana; de Justicia; y,
de Estudios Legislativos, de la “honoravle” (así) Cámara de Senadores de la
República, en si “Análisis de las Propuestas” me entero de cosas como estas:
“la corrupción no sólo es considerada como un problema estructural, sino
también como una cuestión moral y cultural de un país” SALUCITA “la corrupción es un fenómeno que
ha existido desde siempre” otra SALUCITA “la corrupción genera más
corrupción” y “en las sociedades corruptas, mayor es el
número de involucrados en los actos de corrupción” puras
“justificaciones” de esos CORRUPTOS para seguir siéndolo y salir librados del
castigo que se merecen.
Desde mediados de 2012 llegó a sus manos (a la de esos
mismos que hoy tres años después nos dicen que si va a haber declaraciones pero
serán secretas) una propuesta para generar un Sistema Nacional Anticorrupción,
en diciembre de ese año (con el Pacto Contra México) aprobaron
algo que llamaron Ley Anticorrupción, que en realidad fueron adecuaciones
cosméticas a los artículos 6º, 73, 76, 78, 89, 105, 108, 110, 111, 116 Y 122 de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Para poder reglamentar esas modificaciones constitucionales,
pasaron casi dos años, hasta octubre de 2014 para que el PAN (y sus pandejos
(así) legisladores) presentaran una “propuesta” que en realidad lo único que
buscaba era crear nuevas estructuras burocráticas (pa
poder colocar al amigo de compadre y al primo de la novia, que por cieno no
saben n madres de corrupción y menos de otras cosas) y un mes después el
señor Peña (que por cierto es uno de
los más corruptos de todos ellos) manifestó
su “beneplácito”
por algo que ni sirve ni le interesa que sirva.
Pues bien, ya llevamos más de tres años, en los que se han
mostrado de manera descarnada actos de corrupción, de impunidad, de
contubernio, de connivencia y hasta de absoluta falta de respeto a las
instituciones (esas que les llenan la boca a ellos para atacar a todos los
demás); esas instituciones que además durante estos tres años han sido usadas
de manera absolutamente discrecional por los corruptos.
Hoy amanecemos con tres capitales estatales sitiadas por la
Policía Federal y el Ejército Mexicano, para defender a un absoluto inepto y
muy corrupto presidente de los muy aguerridos y poco dejados maestros de
México.
Hoy amanecemos con masivas movilizaciones de tropas para “evitar”
que los profesores, a los que se les privó de derechos ganados durante décadas
se manifiesten y el Senado de la República no ha realizado manifestación alguna
(ESO TAMBIÉN ES CORRUPCIÓN)
Pero veamos lo mero principal, como decían los viejos que sí
sabían hablar, tres años, hablando de lo importante que es para ellos la corrupción,
tres años discutiendo hacia donde hay que moverse para atacar la corrupción,
tres años hablando del daño que hace a México la corrupción, tres años
aventando la bolita para más adelante y los ciudadanos, a través de una
Iniciativa Ciudadana, presentaron propuestas concretas, con capacidad de
auditar a nuestros administradores, pero, como a los Senadores les “parece”
que pueden ser atentatorias a sus derechos pues las aprobaron a medias.
Una pregunta pa los Senadores de la República ¿alguien les
obliga a postularse? Pues si alguien lo hace, es también un delito, si a los
legisladores les parece que mostrar sus bienes, sus intereses y sus declaraciones
de impuestos, pues no se postulen, hay muchos mexicanos que están dispuestos a
TRABAJAR por México.
Si a los administradores públicos les desagrada que los
mexicanos nos enteremos de quiénes son y de cuanto pagan de impuestos, pues que
se vayan a atender sus negocios, que sigan en sus corruptelas pro sin afectar
al erario nacional.
La corrupción, señores legisladores no es la cultura
nacional (aunque sí la de ustedes)
SALUD
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