Tercera parte (las disputas internas)
La condena mediática del Pemexgate por parte de Francisco Barrio, es quizá el punto de
inflexión de la “administración” foxista, pues el PRI se reagrupó; en
septiembre de 2002 que el IFE logra que la SCJN se pronuncie respecto del “secreto
bancario” al que había apelado la CNBV.
Pero la gota que derramó el vaso, se presenta cuando la
señora martita Sahagún (a
nombre del gobierno de México) negoció con Bernardo
Gómez en calidad de presidente de la Cámara de la Radio y la Televisión, la
reducción de los Tiempos Oficiales, que había sido una de los logros más
importantes del PAN y otras fuerzas opositoras.
Dicen que Felipe
Calderón, en diciembre de 2002 exigió a Fox que se incluyera en el gabinete mayor presencia partidista,
para que el PAN le diera su apoyo ante la embestida priista por el caso
Amigos de Fox y cesara la crítica interna respecto del actuar de su
consorte, también dicen que la reacción de Fox
fue poco amigable, que incluso hubo gritos y una gélida despedida; por lo que
la embestida partidista contra el grandote se agudizó y en tan solo tres meses
se destaparon los casos de Elba Esther
y Jongitud (aliados foxistas)
el exagerado monto heredado del Fobaproa y los apoyos de Gil Díaz a la banca, además la bancada panista obstruyó la
aprobación del presupuesto.
Por lo que, en el periodo vacacional decembrino de 2002, chente
pidió a algunos distinguidos miembros de su fracción parlamentaria (que no era
mayoría en las cámaras) que le presentaran algunas propuestas de nombres y
cargos para el gabinete; entro otras recibió una de Felipe Vicencio Álvarez (senador por Jalisco e hijo de Vicencio Tovar), otra de Manuel Oliva (que estaba en el gabinete
guanajuatense pero había sido Senador electo) y una más de Adalberto Madero (también Senador pero además influyente entre
grupos modernizadores del PAN)
Además intercambió ideas con Diego (siempre influyente), con Elba Esther (otra finísima persona que ni vela tenía en el PAN), el
propio felipillo (ya engallado); prometiendo que en enero de 2003 se
tendrían alguna respuesta.
Felipe
Calderón, ingresa al gabinetazo oficialmente como Director de
Banobras (en sustitución de Tomás Ruiz
(priista de cepa y ahijado político de Morales
Gordillo) en donde (pese a ser el más efímero Director de esa institución “al
diablo con sus instituciones”) en sólo ocho semanas y con un manto
impresionante de complicidades obtuvo un crédito por 3.1 millones de pesos. El
asunto se destapó para que las estructuras financieras (andamiaje de blanqueo
de recursos) pudieran deshacerse del pequeño (mezquino, miserable e infantil
ratero; según la crítica interna) intruso.
Fox tuvo que buscarle reacomodo y en el gabinetazo, por cierto
ahí ya estaban para esas alturas del sexenio: Luis Ernesto Derbez (que había sustituido a Castañeda); Alberto Cárdenas
(cómplice del desastre de violencia en Jalisco); Fernando Canales Clariond (distinguidísimo personajito del submundo
del lavado de dinero en Nuevo León); “El Negro” Elizondo (casi de un cuento de terror) y se integró Calderón, además de la permanencia de Vázquez Mota y Abascal.
El rompimiento del gabinetazo, se presenta cuando parte
de esas estructuras partidistas hacen un frente común que intentaba por una
parte retomar el control político del país; sesgar la narrativa
político-mediática en favor de una estructura partidista ajena a la errática conducción
foxista; asumir un contrapeso a los técnicos que desde hacienda y demás
estructuras mantenían el control de la acción nacional y controlar (en la
medida de lo posible) la selección del candidato y conducción del proceso
electoral de 2003 y después de 2006.
Santiago
Creel, Secretario de Gobernación (y como dije aparente preferido
de Fox) tuvo poco margen de maniobra política, pues los gobernadores y casi
todos los presidentes municipales panistas debían más al partido que al
presidente; Paco Gil ya había
generado una red de cómplices en los gobiernos estatales y en los principales
(más grandes) municipales.
La salida de caldeRon
fue una circunstancia, de absoluta debilidad de Fox ante un enfrentamiento
Frontal con el entonces Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, un intercambio
de improperios dejaron a Fox y Macedo de la Concha muy mal parados y en
2005 (abril) Fox ordenó una total
reestructuración de su gabinete llevando a Abascal
(de la realeza de sangre azul y meados de agua vendita) a conducir la sucesión presidencial
y propiciandom la llegada del PAN al gabinete.
Fox fue
desplazado durante los últimos dos años de su gobierno por una administración
errática, por una incapacidad propia, por un ímpetu poco enfocado o desperdiciado,
por una desorbitada presencia mediática sin sustento, pero sobre todo por sus
alejamiento de los asuntos de Estado. Pasó del 60% de aprobación a su llegada a el 20% en enero
de 2006, perdió la conducción del país, del partido (que nunca tuvo), de sus
colaboradores y de su grupo familiar. Era una caricatura sin chiste.
SALUD
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Manuel Bartlett Díaz
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