En eso de pensar mal y hacerlo de manera retorcida, parece
que pocas veces me equivoco, por ello vamos pues a eculubrar.
Desde el pasado 21 de diciembre he intentado “explicarme” en
donde está el titiritero y sólo como un rayo de luz me “enteré” que el Congreso
local del estado de Coahuila había dado su “visto bueno” a la
reforma constitucional en materia educativa, sin sorpresa consideré que al
ser parte de los “grandes políticos” formados ´por el “maistro” Moreira (cuasi
hijo del Elba Esther) así tenía que ser, NO podía ser de otra manera y ya en el
cuerpo de la nota que Chiapas fue la primera entidad cuyo Congreso local la
aprobó y consideré pues como no, si Manuelito (nieto de Manuel Velazco) es otro
engendro de la maistra.
Entonces debemos suponer que Elba Esther ordenó a sus perros
(en el mejor de los sentidos de la palabra) para apresurar el proceso
legislativo de algo que según su punto de vista “lesiona los intereses de sus
agremiados” pues está bueno.
Ya entrados en esos terrenos de complicidades políticas,
pertenencias grupales e intereses personales, pienso.
¿Marcos y el EZLN sólo se desplazan así, con vestiditos
nuevecitos para las mujeres del contingente y uniformes para los hombres?, ¿simplemente
se organizan y caminan para llegar a las cabeceras municipales? Creo que NO.
Entonces “descubro” que Manuel Velazco “está dispuesto a emprender acciones conjuntas con el gobierno federal
para dar respuesta a demandas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional
(EZLN)” y sorpresa se une una mezcla muy explosiva de fuerza y dinero, una
entidad ancestralmente olvidada, un gobernador con “influencia” elbariana y
camachista (mezcla casi perfecta)
Una combinación perfecta para hacer saber (recordar) a Peña
Nieto que sigue la desigualdad y que hay personas “interesadas” en atenderla.
Como explicarnos la “movilización” del 21 de diciembre, pues
como una puesta en escena, para notificar atentamente al “nuevo” gobierno que
ahí siguen los indígenas (que al final son lo menos importante) pero también
que ahí está Elba Esther Gordillo, Manuel Camacho Solís y el señorcito Manuel
Velazco (hijo político de la primera y sobrino nieto del segundo)
SALUD
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