Respuesta clara dio Aurelio Nuño a Loret “me
parece que es un señalamiento que no corresponde con la realidad ni realmente
con algo trascendente o importante” y la vocería de la presidencia dice
al respecto “errores
de estilo como citas sin entrecomillar o falta de referencia a autores que
incluyó en la bibliografía son, dos décadas y media después, materia de interés
periodístico”
Pues así, haciendo como que no pasa nada
las estructuras gubernamentales empiezan a tratar de “informar” respecto del
plagio cometido por el titular del poder Ejecutivo Nacional en la elaboración
de su tesis para obtener el grado de licenciado en derecho (aunque desde mi
punto de vista ese texto no lo elaboró él, es más ni siquiera lo ha leído)
Una política de comunicación bastante
burda, a la carrera, sin claridad y muy propensa a ser corregida, como les pasa
siempre en eventos periodísticos de relevancia, como les pasó con la Casa
Blanca en donde primero dijeron que no era cierto y después que era un error; o
en el caso del departamento de Miami en donde primero se negó y después que
había sido un “error de una sola vez” ahora se acepta de entrada “un
error de estilo” pero ni relevante, ni trascendente ni importante, sólo
de interés periodístico.
Como dijo en junio de hace dos años Francisco Goldman en The New York Times
“La
verdad es que el señor Peña Nieto es una figura políticamente insignificante,
gobernando al servicio de los poderes establecidos dentro del PRI y en otros
lugares” y ni valdría la pena la discusión del uso indebido (pues la
Ley Federal de Derechos de Autor es de 1996 y el Código Penal Federal es vago
pero impreciso al respecto), es más si alguien piensa que Peña Nieto lo engaño con el plagio de su tesis pues, como dijo Nuño: “es lo menos importante en lo que
lo engañó”.
El señor Peña (no importa incluso si está titulado o si el documento de
referencia es de él o elaborado a cambio de un recurso u otras prebendas) es un
absoluto ignorante, un inmenso renegado de la cultura y los valores nacionales,
un títere de los poderes fácticos y lo pior (así) un simulador.
Ya a él y a su grupo de vándalos y
bandoleros lo único que les interesa en seguir usando el poder seguir otorgando
concesiones y canonjías a sus compinches, a quienes los pusieron ahí.
El absoluto abandono de las formas de la
política la colocación de un pelele en la presidencia del PRI, la absoluta
indolencia con que miran a todos quienes reclamamos y nos tratan de intimidar o
amedrentar con otra lacaya, al decirnos: “no permitiremos un solo agravio” es
el nivel de insensibilidad de esos administradores.
Peña, su más cercano grupo de colaboradores y otros lambiscosillos
gratuitos o interesados han denigrado a tal grado la política nacional que en
algunas partes nos vemos como verdaderos orangutanes en lucha intestina.
Dice una nietecita (que sabe muy poquito de
la vida) “y si dicen que todo está bien, porqué estamos tan mal nosotros” y la
única respuesta que encuentro es que el actual gobierno está distanciado de la
realidad nacional, no hay congruencia entre su línea discursiva y la realidad
de los mexicanos, ellos ven un México que sólo les sirve a ellos, no han
entendido y seguirán sin entender, mientras no les hagamos entender.
Peña Nieto, robó entonces pues es parte de
su cultura general y seguirá robando pues al paso de los años sólo la ha
acrecentado.
SALUD
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