Un párrafo llamó mi atención “La verdad es que el señor Peña
Nieto es una figura políticamente insignificante, gobernando al servicio de los
poderes establecidos dentro del PRI y en otros lugares” así Francisco Goldman y The New York Times
pueden calificar (descalificar) al señor que dice administrar a México. SALUD
Así, sin mayores calificativos que “señor” indican el verdadero nivel del señor. Para después decir “Durante
casi un siglo, el PRI perfeccionó nexos de gobierno, el crimen organizado y la
corrupción”
El PRI de Peña Nieto
es sin lugar a dudas eso que en esas palabras se describe, una estructura
enfocada a perfeccionar su relación con el crimen organizado, pero no sólo con
los criminales que se dedican a la producción, embalaje, comercialización y
transportación de estupefacientes, sino con todo el crimen organizado nacional.
Con las otras estructuras políticas nacionales, con los
poderes ejecutivos estatales, con las organizaciones sindicales corruptas, con
los propietarios de medios de “comunicación” nacionales y hasta con algunos
internacionales (baste citar el caso de Time y su
saving México) SALUD
Ahora se discute la reglamentación de las reformas
constitucionales en materia de energía (petróleo, gas, energía eléctrica, eólica,
solar e hidráulica) y ya se afilan las uñas todos los asociados criminales de
ese gobierno para obtener su tajada de las mismas.
También está en proceso la reglamentación de una reforma
constitucional en materia de telecomunicaciones y competencia económica y los
poderosos cárteles del sector (y de otros sectores poco competitivos) cabildean
en su favor para obtener ventajas de ella.
El PRI y los otros partidos “mayoritarios” en calidad
de “negociantes”
de la soberanía nacional y en contubernio con los poderosos criminales que
desde hace cien años mantienen a esta nación sumida en un estado perpetuo de crisis
buscan la manera de llevar “agua a su molino” SALUD
Ante esos acuerdos y contubernios, no hay camino de
salvación alguno, ya ellos decidieron lo que es mejor para México (claro, si es
mejor para ellos) y lo píor (así) es que ni el futbol nos puede salvar, es más
ni la virgen de Guadalupe lo puede hacer.
Esta publicación además muestra que Peña Nieto dejó de estar en otro pedestal, como antes lo había hecho the economist, o le figaro.
Esta publicación además muestra que Peña Nieto dejó de estar en otro pedestal, como antes lo había hecho the economist, o le figaro.
Somos NOSOTROS los únicos actores que podemos cambiar ese
rumbo, requerimos tumbarlo del pedestal en que lo pusieron sus "socios" de la mafia televisiva.
SALUD
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