Mientras en las inmediaciones de Apatzingán y Parácuaro, se
libran batallas por la defensa de territorios, bajo versiones periodísticas coincidentes,
los caballeros templarios (al mando de una alcaldesa que dice representar a los
pobladores de ese municipio) están ubicados en la cabecera municipal y los
grupos de autodefensa se acercan a ella (de hecho se dice que ya hoy está
cercada). Sin que haya capacidad de las
estructuras de “seguridad” pública federal o local para evitar el
enfrentamiento (que seguramente será cruento y fatal) SALUD
Mientras dos “personajes” de la vida pública nacional (uno
con la responsabilidad de gobernador del estado de Morelos y el otro dirigente
de una organización que recibe recursos públicos para ella) se enfrentan a
declaraciones para fijar “posiciones” respecto de la gravedad del problema en
el estado y dos personas (padre e hijo) son baleados en un vehículo de
transporte público local.
Mientras en el estado de México se presentan más de 25
homicidios en diez días y el señor gobernador se limita a señalar que es parte
de la violencia generalizada que se vive en el país.
Mientras “comerciantes” sin escrúpulos
incrementan de manera desproporcionada los precios de diversos productos, bajo
el “argumento”
de incremento de impuestos y los compradores de esos productos nos limitamos a
encogernos de hombros y de manera silenciosa mentarle la madre a los
comerciantes y al gobierno.
Hay un grupo de mexicanas y mexicanos sumidos en la cruda proveniente
no del exceso de bebida, sino de la dolencia de un país que se desmorona a
pedazos y de paso nos lleva a todas y todos al barranco.
La indolencia de esas fuerzas de seguridad que en Michoacán
ni siquiera se dignan salir a dar la cara para indicar que pasa y que están
haciendo para evitar que eso acabe en un baño de sangre entre hermanos; la de
los “políticos” por profesión o por arrinconamiento que lejos de levantar la
mirada y ponerse cada uno a hacer lo que deben de hacer (pues para eso cobra
uno y recibe dinero público el otro); la apatía de Eruviel para enfrentar un asunto que llega a límites de absoluta
intolerancia en amplias zonas (sobre todo en las localidades más pobres de los
municipios conurbados a la Ciudad de México)
Han permitido que franjas importantes de la población se
pronuncien, pero parece que tampoco hay escuchas y que los que hay simplemente
no entienden o no quieren entender.
Cuidado señores, la tolerancia de la población llega a su
límite, la dignidad de los mexicanos no es parte del trato social y está en el margen
del desbordamiento.
SALUD
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