Un audio, de una conversación telefónica entre Ernesto Cordero y Fernando Rodríguez Doval (diputado federal del PAN) y según dicen
algunos de la corriente yunquista, que inició su trabajo al
lado de Carlos Castillo Peraza (por
lo que puede ser considerado como parte del “relevo
generacional” del que hablaba Calderón. SALUD
En realidad ambos son miembros de esa privilegiada casta que
desde finales de los 80 han escalado posiciones en el PAN a partir de inmunidades
e impunidades, de esos que no conocen el trabajo de base y poco saben de la
filosofía del partido.
La conversación telefónica tiene esencialmente dos pasajes
que son dignos de ser releídos, el primero en donde Cordero dice: “la
unidad del partido es entre iguales, entre gente honesta, entre compañeros,
esos somos los que tenemos que estar unidos” es decir dejando claridad
(suma claridad) en que los desiguales dejan de ser honestos y compañeros. Cuando que un partido, es precisamente la
suma de partes.
Y el otro cuando señala “el día que salga un alcalde que
diga ‘sí yo le entregue dinero en efectivo a ese cabrón’” y el
diputado acepta que se etiquetaron recursos sin planeación o diagnóstico. SALUD
La conversación en si pasará (como todo en México) al anecdotario político y estará ahí para que los “analistas” se agarren de “dato duro” para señalar componendas y contubernios entre legisladores para aprobar leyes. SALUD
Un poco dejando de lado espectacularidad de la llamada y lo
que ahí se dice, el pleito está entre los grupos de panistas que a puño limpio
se disputan el control de la estructura partidista, se disputan lo que en
recursos significa.
En el camino de las componendas y contubernios partidistas, el
PAN tras doce años de ser gobierno federal, muestra la cara que siempre tuvo,
pero de manera descarada y descarnada.
Si verdaderamente Rodríguez es parte del Yunque y a Cordero lo podemos
considerar parte de las nuevas generaciones (de la renovación) entonces la
plática entre “amigos” no lo era tanto y la “filtración” viene del
diputado, para “acabar” con el “enemigo”
Así las “rapillerías” que mención a Cordero, que
son pillerías con rapiña (de ambos lados) aparte de dejar cadáveres en el
camino por la presidencia del partido, dejan la clara enseñanza de que TODOS
son lo mismo.
Creer (como los fieles creyentes) en que las estructuras
partidistas hacen algo (aparte de distribuir recursos nuestros entre sus
correligionarios) por el “bien supremo” del país, es estar
dispuestos a seguir soportando esa bola de lacras, a seguir pagando sus
dispendios, a aguantar sus acuerdos y a permanecer en la tutela de la jauría.
Ellos, han hecho de México, lo que ahora tenemos, ellos se
han encargado de “distribuir” nuestros recursos, sin proyectos y sin planeación,
ellos han permitido el dispendio y se encargan de cubrirlo, la luz de la
llamada debe servir sólo para confirmar, que ellos se distribuyen dinero
público a placer.
SALUD
Te dejo otras notas:
Comentarios
Publicar un comentario