Manuel Mondragón y
Kalb deja las Comisión Nacional de Seguridad y la coordinación operativa de
lo que fue la Policía Federal , deja también en veremos la famosísima
Gendarmería Nacional; en fin “proyectos van, proyectos vienen y la seguridad
puede esperar” SALUD
Desde el principio, en la
formación del gabinete señalé que el único contrapeso al grupo Hidalgo era Mondragón, que ahí Peña había “depositado” parte de su confianza
para evitar que los herederos de los Lugo
Verduzco y los Núñez, pero
especialmente de los Rojo Lugo y Rossell de la Lama, se colgaran todo el
poder, que falló pues:
Mondragón era el
eslabón más frágil de la cadena desde el principio, pues incrustado con pinzas
como parte de la “izquierda” mexicana (de una parte de esa corriente de
pensamiento) en una función estratégica para esa administración, con una
responsabilidad para crear confianza en una de las “instituciones” más
desprestigiadas por los PANdejos la Policía Federal.
La primera estrategia se dio a la tarea de promocionar una
nueva cara de esa policía haciéndola pasar como de primer mundo, queriendo
transmitirnos valores similares a los de los símbolos patrios, que no funcionó;
luego la estrategia fue un bombardeo mediático que por una parte nos mostraba
los logros
de la Polecía (así) Federal y de los esfuerzos por limpiarla de malos
elementos; finalmente la última estrategia para presentarnos a la “institución”
se basó en los logros obtenidos, que simplemente no tenía sustento alguno.
En cuanto al ambicioso proyecto de la Gendarmería Nacional,
primero se nos dijo “se creará la Gendarmería Nacional como un
cuerpo de control territorial que permite el ejercicio de la soberanía del
estado mexicano en todos los rincones del país sin importar su lejanía,
aislamiento o condición de vulnerabilidad” (compromiso 76 del Pacto por
México), se habló primero de un cuerpo civil de hasta cuatro mil hombres;
después se estableció que “podrían ser unos dos mil” y parece
que todo va a quedar en un grupito de elite de menos de mil hombres.
En resumen, las “estrategias” para presentarnos tanto
a la Policía Federal como a la Gendarmería Nacional, han sido fallidas, han carecido
de impacto y credibilidad (o a la inversa), ayer parece que finalmente el Grupo
Hidalgo (cuyos mayores exponentes son Murillo
Karam y Osorio Chong) decidieron
deshacerse de la cuña impuesta desde el principio de la administración y con
una salida hacia la puerta del olvido, lo destinaron “a tareas de diseño estratégico en
materia de seguridad” SALUD
En realidad la cuña nunca apretó, le faltó fuerza para realizar
sus tareas operativas, además poco a poco fue sacado de la jugada importante,
de hecho las tareas operativas encomendadas fueron primero la custodia de
inmuebles (Palacio Legislativo en diciembre, Cámara de Senadores durante la
parte álgida de la aprobación se “sus reformas estructurales” y vías cercanas
al Palacio de Cobián desde hace quince meses)
SALUD
Ta tarea de ocupar a la PFP para el “desalojo” de los
profesores del zócalo en septiembre pasado, aunque fue aceptada por Mondragón,
dejó claro que debía usarse la fuerza local y que el Presidente era el mando
superior de esa estructura policial.
La decisión operativa de la toma de Lázaro Cárdenas (que es
la más importante tarea en que fue ocupada la PFP) fue apenas comunicada a Mondragón unas horas antes de llevarse
a cabo; las tareas de resguardo de las aduanas del AICM y Nuevo Laredo, bajo la
lupa de una “nueva estrategia” fue quizá el mayor de los “logros”
de Mondragón y no se conocen los
resultados al respecto.
Hace unos meses fue designado Damián Canales Sánchez (un académico e investigador de la ciencia
cuyos mayores logros habían sido en evaluación de políticas educativas) como
jefe de la división de investigación de la Policía Federal y se arrinconó o
acabó de arrinconarse a Mondragón,
en fin. Sin pena ni gloria, sale por la puerta del olvido.
Va a tareas de desarrollo de estrategia, que parecen NO ser
su fuerte.
SALUD
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