Ayer Enrique Peña Nieto recibió a Shalil Shetty, Secretario
General de Amnistía Internacional, en una reunión para que ese funcionario
comunicara su preocupación por teas de derechos humanos en nuestro país, los
temas más recurrentes según AI son: “la desaparición de personas, el riesgo que
corren activistas, periodistas, la vulnerabilidad de inmigrantes y refugiados”
Los tres temas del ámbito federal (aunque la “autoridad”
señale que se cometen en el ámbito local), preocupan a un organismo internacional
(aunque en la agenda nacional se encuentren MUY lejos de ser prioritarios)
Hace unos meses nos enteramos de que entre 20 y 30 mil
migrantes centroamericanos que pasan por México anualmente y una cuarta parte sufren
alguna vejación por parte de alguna “autoridad” o por algunos miembros del
crimen organizado. En innumerables
centros urbanos de la república mexicana, personas de diferente extracción social
(pero preferentemente jóvenes pobres de zonas marginadas) son criminalizados
por el simple hecho de “parecer
delincuentes”, son remitidos a centros “juzgados” cívicos en
ocasiones por su simple apariencia y en otras por haber ingerido bebidas alcohólicas
(incluso por haberlo hecho en la calle).
Miles de mexicanos (quizá millones) son colocados en centros de
detención “preventiva” para que sus familiares “paguen” una multa.
En el campo de México, miles de jóvenes (algunas veces
niños) son usados como peones en plantaciones agrícolas, sometidos a jornadas
que en ocasiones rebasan las 12 horas, sus padres reciben por el trabajo de
ellos, los niños y la mujer apenas dos o tres salarios mínimos (sin
prestaciones laborales), ahora la “industria
minera” esclaviza a sus obreros con jornadas que van hasta las 18 horas en
condiciones verdaderamente deplorables.
En otro tipo de “industria” se contrata preferentemente
mujeres (pues aceptan menor salario, están dispuestas a recibir tratos más
denigrantes y son mucho más susceptibles de ser despedidas)
Apenas hace unas semanas nos enteramos de la desaparición
y muerte
de Goyo, de la expedita solución del caso y (ahora ya en el impase) del
olvido de un caso de asesinato de una persona que dedicó su vida a la profesión
periodística, a denunciar casos y que según la “autoridad” murió por una
rencilla personal. SALUD
Desde hace años se han documentado de manera profusa,
innumerables casos de violación de derechos humanos por parte de las fuerzas
castrenses, atropellos por parte de las “autoridades” encargadas de la
procuración y administración de justicia en el ámbito federal y local.
En México, no sólo NO SE APLICA LA LEY, se protege a los
criminales y se envía al olvido la violación permanente de los derechos humanos,
es más cuando se documenta un caso paradigmático, se criminaliza a la víctima.
Pero lo que mayor indignación debiera causar a la sociedad
mexicana es que ahora, la protesta social se intenta criminalizar y con ello, matar
de raíz el germen de la inconformidad.
Amnistía Internacional puede presentar su argumentación más
sólida y ante ello, el “gobierno” mexicano seguro habrá de manifestar su
disposición a trabajar, a realizar “grandes” esfuerzos por erradicar la
violación de derechos humanos, es más hasta firmará acuerdos y agenda, pero la
realidad es que la violencia social ejercida, la impunidad y la sistemática
acción por minar los movimientos sociales permanecerá.
Ellos apuestan al olvido y cansancio, nosotros debemos
apostar a la razón y la ley.
SALUD
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