En el imaginario político ilustrado se considera que la única manera de derrotar a Morena es yendo toda la oposición unida, es obvio que una parte de ella (Movimiento Ciudadano) no está en la misma sintonía, pero hay otra parte de la oposición organizada que tampoco se encuentra dispuesta a una unión sin futuro.
Solo por mencionar algunos: en Acción Nacional, lo que se conoce como el corazón azul o la realeza, es decir los viejos panistas incluido (quizá) su expresidente nacional (que ya no es panista) que se niegan a seguir perdiendo el partido, otra parte, quizá la más nueva, la más joven, la más inexperta, no sé, quizá la parte idealista (si es que existe en el PAN) que tiene la pretención de algún día ser gobierno ve mal esa convivencia, la desaprueba y hasta la repudia.
En el PRI las cosas aún son peor, pues a pesar de su total ausencia de principios, los diferentes grupos se han dado cuenta qué lejos de avanzar como estructura política, han perdido tanto estructura territorial, como capacidad operativa y por supuesto muchos recursos (que es su prioridad), de hecho a partir de la entrega del gobierno del estado de México en enero próximo, ese partido político solo tendrá recursos de los estados de Durango y Coahuila (que por cierto no son muchos recursos) cuando en el 2016 lo eran en 19 estados, hoy en el congreso Federal son una fuerza marginal y en muchos congresos locales son hasta la quinta fuerza. Del PRD mejor ni hablar, pero ahí nadie o casi nadie tiene capacidad para establecer una línea de acción, es más algunos piensan que no tiene capacidad para nada.
La fragilidad de Va Por México es de tal magnitud que dicen algunos que está detenida con saliva, pues cada día son menos los recursos que fluyen y más los reclamos, acusaciones y lamentaciones,
Así que resulta fácil suponer que antes de la selección de un candidato, exista una virtual disociación del bloque opositor e incluso haya más de tres precandidatos opositores hacia noviembre de este año.
Salud
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