El calendario electoral nacional no se detiene, tiene un curso que seguir; en 2016 habrá elecciones locales en 13 estados de la república, doce de ellos incluyen la gubernatura; resulta un año electoral muy interesante pues de esas 12 gubernaturas que se disputarán, en cinco (Durango, Hidalgo, Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz) nunca ha habido alternancia partidista, ahí ha gobernado el PRI siempre (no desde hace 80 años, pues Quintana Roo es un estado a partir de 1975); en tres de ellos (Oaxaca, Puebla y Sinaloa) “gobierna” una muy extraña “alianza” inventada en 2009 ó 2010 por el PAN y el PRD, a la que se unieron algunos otros partidos y a la que denominaron “para sacar al PRI del gobierno” pero que en realidad es parte de la continuidad del gobierno priista pues los tres personajes embestidos tras el proceso electoral son parte de la casta divina local que siempre militaron en ese partido; en los otros cuatro (Aguascalientes, Chihuahua, Tlaxcala y Zacatecas) ha habido alternancia de gobierno, en los primero entre PRI y PAN y en los últimos entre PRI y PRD (aunque el caso de Tlaxcala incluye además un gobierno panista)
Tierra y pueblo tan benevolente y tan mal gobernada,
ahora es “propiedad” de Gabino Cué
Monteagudo, que logró la gubernatura gracias a las alianzas que en 2010
hicieron todos los “buenos” para sacar al malo del poder, sin tener un programa
de gobierno y sin importarles que el que llegaba también era parte de la misma
mierda que se iba.
El señor Cué,
fue secretario técnico del gabinetazo de Diódoro
Carrasco (1992-1998) y en 2001 se convirtió en candidato de Convergencia
(ahora Movimiento Ciudadano) para la capital del estado y logró la Presidencia
Municipal; después ya con el apoyo PAN, PRD y Convergencia se convirtió en
candidato a la gubernatura que perdió frente a Ulises Ruiz.
Pese a que en 2009 cuando Gabino Cué hizo pública su declaración patrimonial y en ella no
informó de propiedad alguna, hoy se le conocen en el estado más de tres que en
conjunto tienen un valor muy superior a los ingresos como gobernador en más de
cinco años; los negocios que desde el poder ha realizado él y un grupito de
funcionarios sólo muestran el absoluto grado de descomposición de una clase
política que siempre ha estado acostumbrada a robar.
Por la coalición PRD-PAN será candidato José Antonio Estefan Garfias, delfín de
Carrasco Altamirano hace ya más de dos
décadas (mientras su padrino político se ha convertido en el sensei
del PAN), el señor Estefan se unió
al grupo de Carrasco en 1986, cuando
Heladio Ramírez fue candidato (del
PRI por supuesto) a la gubernatura, ya siendo gobernador Carrasco ocupa la Secretaría de Planeación y Estefan Garfias una dirección general.
El mismo Diódoro
se encarga de “colocar” a Estefan en una dirección general de la ya
desaparecida SEPESCA, para que después pasara a ser delegado de la misma
dependencia en su estado natal.
En 1992 cuando el señor Carrasco se hace candidato a la
gubernatura (también por el PRI) él se convierte en su Coordinador General y ya
siendo Gobernador lo hace Secretario de Finanzas (que por cierto en mi estado
adoptivo es el cargo local más importante, por los billetes que desde ahí se
pierden cada año) y después como Secretario General de Gobierno manteniendo
además el control de las finanzas estatales.
Así, en 1995 ya perfilado como indiscutible sucesor en la
gubernatura, es “colocado” en la presidencia local del PRI y desde ahí, tras dos
años de control político y financiero del estado teje los últimos hilos para “prepararse”
(como dicen allá aceita lo que había que aceitar); sin embargo, entonces José Murat cobró la factura por el
colegio electoral de 1988 (en el que logró sacar adelante la calificación de Carlos Salinas) y dejó en el camino a Estefan Garfias.
Por cierto y como mero anecdotario Estefan Garfias, es sobrino de José
Estefan Acar que es padre de Jorge
Estefan Chidiac, priista poblano que fue Director de Bansefi y desde ahí
realizó inmensos negocios que le dejaron una muy cuantiosa fortuna de más de 50
millones de dólares y se dice (sólo se dice) que intervino directamente ante Peña Nieto y Luis Videgaray, para garantizar la “imparcialidad” del
gobierno federal en la contienda oaxaqueña, incluso algunos dicen que la
nominación priista recayó en el hijo del cacique para “garantizar”
el triunfo opositor.
Pues si en 1992 Carrasco
se impuso para quedarse con la candidatura (cuando Murat la deseaba) en 1998 Murat
tomó venganza y le arrebató la posibilidad de poner a su delfín; hoy por el PRI
y sus “históricos” aliados se presenta la candidatura de Alejando Murat Hinojosa (el
hijo
del cacique como se le conoce ahora) este Murat, salió del INFANAVIT y aparte de haber sido
director general de ese organismo público federal, fue director general del
Sistema de Radio y Televisión Mexiquense y director general del Instituto de la
Función Registral también del edoMex; una carrera pegada a Peña Nieto, antes de ello fue diputado por decisión de su padre.
Por Morena se designó a Salvador Jara Cruz como candidato
a la gubernatura, un militante del PRD que en 1989 fundó ese partido político,
siendo su presidente estatal y logrando además ser diputado local.
En 2010 (como parte de los “acuerdos”) Gabino Cué lo nombró secretario de
Desarrollo Agropecuario, Forestal, Pesca y Acuacultura cargo al que renunció
tras afirmar no haber contado con el apoyo del gobernador.
No hay mucha posibilidad, todo hace suponer que Diódoro Carrasco Altamirano y su grupo,
volverán al poder del estado de Oaxaca, para seguir exfoliando sus arcas y
empobreciendo a su pueblo.
SALUD
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