Ayer en La Jornada, se publicó algo que
parece ser un diagnóstico del Instituto Nacional de la Infraestructura Física
Educativa (Inifed), aunque nunca pude llegar al estudio de tan distinguido
instituto, pues en realidad la “reportera” hace referencia al diagnóstico
del Programa
Institucional del Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa
2014-2018 (publicado en mayo pasado); además me enteré que hay una Ley
General de la Infraestructura Física Educativa, que en 14 páginas (33
Artículos) regula “la infraestructura física educativa al servicio del sistema educativo
nacional” que, además está tan bien hecha que desde su promulgación
(febrero de 2008) ha tenido dos modificaciones.
Al margen pues de la Ley que además de vaga e imprecisa,
resulta inaplicable y descarga gran parte de la “responsabilidad” en entes
abstractos, lo que muestra la voluntad para no hacer.
En fin, el diagnóstico dice: “poco más del 51% de las escuelas
tiene 30 años o más de antigüedad, por lo que requieren de reparaciones mayores”;
en realidad en los centros urbanos más importantes del país hay “escuelas”
que datan del cardenismo y hasta el echeverriato (concluido hace casi 40 años)
y prácticamente no han tenido mantenimiento, sólo como ejemplo les propongo que
se den una vueltecita por las secundarias de las capitales estatales.
También dice: “los datos registrados por el Censo de
Escuelas Maestros y Alumnos de Educación Básica y Especial (CEMABE) 2013, dan
cuenta de la existencia de 152,895 planteles públicos, de los cuales sólo 112,656,
es decir, el 74% de éstos han sido construidos de acuerdo con las condiciones
que requieren los propios fines educativos; los 40,239 restantes son
construcciones precarias y/o adaptaciones”; en realdad más del 70 por
ciento del total de las escuelas de educación básica del país está en
instalaciones realizadas de manera “creativa” por la comunidad, son de
materiales de la región y NO CUENTAN con especificaciones de construcción
alguna. Más de la mitad de las “escuelas”
(de organización incompleta) no cuentan con agua, baños, cristales, luz
eléctrica o cualquier otro tipo de acondicionamiento.
Pero dice otras cosas que no atendió o no entendió la
reportera como “En el nivel básico, la (infraestructura física educativa) INFE
nacional requiere de atención casi en su totalidad, por lo que es urgente
contar con un diagnóstico real y actualizado para conocer el estado físico de
los inmuebles y en esa medida poder planear y programar el mejoramiento de la
misma, dando prioridad a los planteles con mayor marginación, ubicados en
localidades indígenas, escuelas de tiempo completo, unitarias, multigrado y los
edificios afectados por desastres naturales, tecnológicos o humanos”
cuestión gravísima pues a dos años de distancia aun no se conoce la realidad de
las necesidades y pues no se dice ahí cuando se tendrá, bueno, ni siquiera se
dice si se tendrá.
Además dice: “es indispensable involucrar en el esfuerzo a
las autoridades locales” pues como dije la ley bien hecho no las
involucra o las involucra sin establece con precisión su responsabilidad.
En conclusión, el programa referido no es un programa como
tal, pues sus objetivos son;
- Mejorar la infraestructura pública educativa del país, con el fin de restituir y adecuar sus condiciones de operación.
- Desarrollar y mantener un sistema de información para contar con una valoración técnica completa de las condiciones de la INFE.
- Certificar a la INFE para asegurar el cumplimiento de los requisitos técnicos normativos mínimos de calidad, seguridad y funcionalidad.
- Promover la innovación en la INFE, propiciando mediante diversos instrumentos normativos, espacios educativos funcionales, habitables y pertinentes.
- Evaluar, validar y verificar la infraestructura física educativa que haya sido afectada por desastres naturales, tecnológicos o humanos para su atención oportuna.
- Promover la obtención de financiamiento alterno para Incrementar la cobertura y calidad de la INFE pública.
Otras buenas intenciones para educación, sin mayores compromisos,
que invariablemente tienen dos conclusiones: no hacerlas por falta de recursos
o no hacerlas por falta de voluntad.
Ellos en educación se la pasan descubriendo, sin hacer, sin remediar. Haciendo leyes y programas que no sirven.
SALUDOS
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