“En el
camino de la política nada es casual, todo es causal”
Pancho Lavestida
Que David Penchyna Grub, presidente de la Comisión de
Energía en el Senado de la República calificó como un "debate
de idiotas que nubla la mirada y la altura quienes dicen que se va a legislar
durante el Mundial Brasil 2014" y que algunos de los que se
sienten aludidos responden que “el idiota es Penchyna” SALUD
Yo creo que es de idiotas pensar que el mexicano promedio
estará atento al debate de la legislación en materia energética (con o sin
mundial)
No quiero recurrir a cifras estadísticas pero entiendo que
el canal del congreso es visto por uno de cada 127 mexicanos adultos en áreas urbanas
que ven ese canal, que la permanencia promedio de ese .08% es de 14 minutos, es
decir que si esos mexicanos que ven ese canal se juntan para hacerlo,
seguramente lo pueden hacer en unas tres plazas públicas de la república y aun
así será un grupito muy pequeño.
El mexicano promedio no sólo le vale madres la modificación
legal de este país, está mucho más interesado en la necesidad de llevar los
recursos para la comida del día que en cualquier otra cosa, el futbol es un
mecanismo distractor, es un teatro, es una medicina para calmar el hambre, pero
no es ni con mucho la actividad que distraiga permanentemente la atención de
los mexicanos.
Es preocupante sin embargo el nivel de discurso de los
aludidos y de Penchyna, pues dice lo
que pasa en nuestro congreso, dice que son idiotas quienes ahí están y que la
política pasó a ser un verdadero mito, es preocupante pues muestra el nivel de
debate a que han llegado esos señores idiotas, que además piensan que es el
mexicano (por su alejamiento de la cuestión pública) el idiota.
Sorpresas que tiene su incapacidad para entender lo que pasa
al mexicano común, que ve futbol en lugar de enterarse de las modificaciones
legales al sector energético, pues bien el mexicano medio ve futbol porque está
en las pantallas de TV, porque cree que le entiende y porque le permite “convivir”
y hasta evadirse de su realidad.
El mexicano promedio no le interesa la legislación porque no
le entiende, porque le abruma saber que le siguen robando impunemente y lejos
de ser un mecanismo de evasión de la realidad lo hace sentirla de manera muy
cruel.
Entre los idiotas del congreso y sus fabulosas ideotas, el
mexicano medio se sume en la desesperación y su salida (después del futbol) será un
reclamo tardío.
SALUD
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