Ahora a diario nos enteramos de miles de millones de pesos que fueron saqueados del erario público, parece que durante décadas una actividad común de parte de un grupo de abusivos “empresarios” que de manera sistemática realizaban acuerdos con funcionarios públicos para establecer contratos, acuerdos en inventar “mecanismos” que les permitieran permanecer y seguir ad perpetuam.
Una vez realizado un análisis pormenorizado del modus operandi puedo asegurar que no se trataba de robar, sino de mantener el status quo.
Visto de esa manera lo que se intentaba con esos saqueos era generar capital que permitiera ser reingresado a los procesos políticos del partido político de que se tratara, propiciando con ello que fuera electo quién se consideraba propicio para mantener las prendas y el equilibrio de los factores de reproducción del esquema de saqueo.
Como dije en los artículos referidos a José Antonio Meade era un entramado de lavado de dinero que permitía la permanencia del régimen, que perpetuaba a un grupito de privilegiados en el gobierno y en los negocios, que aseguraba los equilibrios de impunidad y “castigo” para cubrir las apariencias o cobrar deudas (al más vil esquema de la mafia)
Ese famoso cambio de régimen que representó el “burro con botas” Vicente Fox Quesada simplemente fue una charada para renovar parte de los cuadros de dirección gubernamental “administrativa” (no mucho por cierto), falló esencialmente porque los Abascal, Medina Mora, Elizondo, Aranda, Castañeda, Lichtinger, Derbez y otros privilegiados del poder económico decidieron dar la cara en el poder político y se enfrentaron a los potentados del poder político Gertz, Gil Díaz y otras hidras de media tabla burocrática.
En general las estructuras administrativas del sector público federal quedaron plagadas de viejos esquemas de corrupción y los nuevos “actores políticos” no tenían idea de cómo mantener la putrefacción establecida durante 80 años de “gobiernos” priistas.
Sólo a nivel de anécdota diré que en 2004 Sectur aportó recursos para el desarrollo de infraestructura turística en la reserva ecológica de Los Tuxtlas, cuando realice la evaluación del proyecto me pareció un verdadero logro y el subsecretario de turismo estatal se comprometió a que en caso de que la secretaria de turismo (federal) inaugurara, el gobernador la acompañaría y ponía a su disposición un avión y un helicóptero para trasladarla, la respuesta a esa propuesta de la finísima y “avezada” Bertha Leticia fue “tú me quieres llevar a una emboscada”, de manera socarrona le respondí: “si, la reserva ecológica es un bellísimo bosque”
No hubo en esa administración un liderazgo capaz de guiar el barco, la decisión tomada por los grupos de poder partidista y la intromisión de Fox en la sucesión presidencial, llevaron a un desenlace que precipitó la ya irreversible situación de descomposición política nacional.
El señor caldeRon y los Mouriño, Lozano, Poiré, Cordero y Sojo, enfrentados a los Meade, Gómez Mont, Carstens y Téllez; propiciaron un desordenado saqueo que tuvieron que componer los que se quedaron.
El señor Peña y sus cuarenta acompañantes (algunos más en realidad) al darse cuenta de la imposibilidad de mantener el régimen, simplemente robaron a manos llenas.
El modus operandi dejó de servir y dejaron un desastre, un desastre que nos cuesta a diario millones de pesos, miles de esperanzas perdidas, cientos de vidas y mucha tristeza.
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