La historia de una investigación que puede acabar en un desastre

El sábado. Tras la “intervención” de Oceanografía por parte de la “autoridad” hacendaria, hable con algunos amigos que en algún momento tuvieron (y otros que tienen) alguna intervención en las áreas de adquisiciones (Recursos Materiales) de la paraestatal y/o sus filiales, uno de ellos me dijo que tenía en su poder una transcripción de una conversación entre Alfonso Durazo, Secretario Particular de Vicente Fox y Raúl Muñoz Leos Director General de PEMEX  hacia abril de 2004, en la que palabras más o palabras menos, el primero dice a Muñoz “dice el jefe que tavo (refiriéndose a Octavio Aguilar Valenzuela (hermano de Rubén entonces vocero de Fox, que fue oficial mayor de Colosio en SEDESOL y que era director corporativo de Administración de Petróleos Mexicanos en ese momento) tiene detenido el contrato con Oceanografía y que ya lleva veinte días en revisión, que le apures pues eso urge y además ya saben que hay dárselo a ellos”

Dice esta persona que esa “transcripción” fue presentada a la PGJDF tras la muerte (declarado oficialmente como suicidio) de Carlos Fernando Márquez Padilla (esposo de María Amparo Casar que en ese momento era Coordinadora de Asesores de Santiago Creel) que fungía como Coordinador de Asesores de Aguilar Valenzuela, para que se agregara a la indagatoria del caso, pero que el ministerio público “desestimó” el documento por no ser probatorio de nada (así).  SALUD

La “caída” de este funcionario del piso 12 de la torre “A” de PEMEX, en octubre de 2004 fue sospechosa (aunque naiden (así) supuso un homicidio) sin embargo ahora parece convertirse en causa de algo que rebasa la coincidencia.

Hay ya versiones de que Fox “acordó” con Carlos Romero Deschamps y Ricardo Aldana líderes del SNTPRM un “contrato colectivo” muy benévolo a cambio de la “entrega” de los contratos de prestación de servicios a Oceanografía, por cierto el ex director de la paraestatal, Raúl Muñoz Leos, y al ex abogado general de la misma, Juan Carlos Soriano Rosas, fueron “inhabilitados” por ese contrato firmado con el sindicato y el expediente fue puesto a disposición de la PGR en julio de 2007, SIN QUE HAYA resolución judicial alguna hasta el momento.

Hasta ahora. el vínculo del “suicidio” con el convenio salarial y los contratos de Oceanografía, son el supuesto rechazo de Octavio Aguilar Valenzuela (hermano del jefe de prensa de Los Pinos y jefe del supuesto suicidado, a firmar y avalar los acuerdos pactados) desde Los Pinos con el sindicato.

El contrato de referencia era por 154 millones de dólares (unos mil 800 millones de pesos de entonces) para el alquiler de un barco grúa que le daría servicio a las plataformas en la sonda marina de Campeche, concretamente al Proyecto Cantarell.

Dicen que Eduardo Rosas Monroy, Secretario Particular de Muñoz Leos estaba impuesto allí por Marta Sahagún y era “el enlace entre Fox y Creel para el proyecto electoral de este último”  SALUD

Dicen también que Rosas Monroy y Muñoz Leos presionaron a Pemex Exploración y Producción, para la entrega de ese contrato a Oceanografía (que no había presentado la mejor oferta pública en la licitación), que jalaron la cuerda hasta que “reventó” por lo más delgado, el señor Márquez Padilla.

Según me dicen ya hay declaraciones ministeriales que muestran  a Raúl Muñoz Leos, ordenar directamente la entrega de ese contrato a Oceanografía, pese a NO ser la mejor propuesta y (también según me dicen) ya hay un “acuerdo” con Muñoz Leos, para que declare de quien recibió la instrucción al respecto.

Aunque todo empezó con la idea de desacreditar a uno de los contendientes por la presidencia del CEN del PAN, es más sólo se pensaba “presionar” las cosas se empezaron a complicar cuando se pidió información financiera de la empresa, pues no había concordancia entre los ingresos declarados por la empresa y los flujos de recursos en sus cuentas bancarias, de hecho se descubrieron flujos que rebasaban las dos veces los ingresos y Citigroup “no tenía explicación” al respecto.

Se descubre así uno cosa mucho más compleja, “lavado de dinero” que proviene de la simulación de cotizaciones y facturas de la empresa “aprobadas” por PEMEX y “aceptadas” por Citigroup, mecanismo mediante el cual se ingresaban a la economía formal unos 50 millones de dólares mensualmente haciéndolos aparecer como producto lícito, en realidad Oceanografía S.A. de C.V., no estaba cometiendo fraude contra Banamex o Citigroup, era un mecanismo bien orquestado para “descontar” promesas de pago inexistentes e inyectar recursos ilícitos a la economía formal.

Ya hoy se tiene claridad en que la “institución” financiera (algunos funcionarios) estaban de acuerdo con los “representantes legales” de la empresa para simular flujos de recursos, todo funcionó desde 2008 sin mayor problema, sin embargo a partir de que el Órgano Interno de Control de PEMEX “inhabilitó” a Oceanografía S.A. de C.V. (mayo 2012) los flujos de pago se presentaban con mayores lapsos y la empresa empezó a usar los recursos de la simulación para hacer frente a sus obligaciones, dejando de pagar parte de los “descuentos” hasta que el boquete se hizo importante y Citigroup no pudo “explicar” las falta de pago.

Hoy el problema es que ya la Comisión de valores del Senado norteamericano solicitó la investigación correspondiente y las oficinas de Citigroup y Banamex USA están bajo “grave sospecha” por simulación de operaciones financieras para lavar recursos ilícitos hasta por mil millones de dólares.

Parece que los hijos de Marta, hasta ahora no aparecen en la investigación nacional y gringa, pero sólo es cuestión de tiempo para llegar a ellos y lo que si es un hecho es que ya la PGR cuenta con suficientes datos para culpar a la Presidencia de la República (lo que sea eso) de presionar a tal nivel para la adjudicación de un contrato a una empresa que causó el “suicidio” de  Carlos Fernando Márquez Padilla.

SALUD