En febrero del año pasado llevaron al zócalo quizá 80,000 mexicanos llenaron el Zócalo les hicieron falta propuestas pero llenaron el Zócalo.
En agosto pasado como por obra de magia y tras un muy cuestionado y tropezado «proceso de selección» destaparon una muy gris persona que sin tener trayectoria política, iba a ser candidata por tres partidos políticos de oposición (aunque después se supo que todo era una simulación pues ya había un acuerdo firmado con anterioridad).
Entonces desataron una inmensa campaña mediática que pretendía hacer creer que tenían músculo para lograr una candidatura sólida hacia la presidencia de la república.
Aunque en su mejor momento esa persona no logró ni la tercera parte de la preferencia de voto ellos consideraban que era una propuesta inalcanzable.
Los primeros días de noviembre con el destape de Samuel García en movimiento ciudadano, la candidatura de la señora gris que en algún momento dejo de ser creíble hasta para sus más fieles seguidores y llegó a niveles del 20%.
Hacia mediados de diciembre del año pasado en el mejor de los casos la candidata opositora lograba el 30% de la votación, muy lejos por cierto de la candidatura oficialista, muy lejos por cierto de una posibilidad real y muy lejos por cierto de crecer o mejorar en esa situación.
El bloque opositor, el líder visible de ese movimiento Claudio X González auto denominado «activista social» y los partidos políticos que lo integran, no han logrado cuestionar, penetrar las estructuras sociales, acercarse a las masas votantes, difundir su mensaje; además hay que agregar que poca muy poca materia de convencimiento tienen.
El desajuste de los primeros días de noviembre ante la presencia de una candidatura fresca y la ausencia total de empatía de su candidata con los votantes, hizo que el señor X decidiera entrar al escenario político con una propuesta para una marcha el 18 de febrero.
Este evento convocado a mediados de diciembre previo a la Navidad requiere gran capacidad de convocatoria (dos meses), requiere mucha lana yo calculo unos 40 millones de pesos, requiere de la organización de hombres y mujeres dispuestos a llevar gente a los eventos que el “activista“ social dice nacional, aunque solo 16 ciudades han confirmado su participación.
Hasta ahora solamente una veintena de ciudades de siete entidades federativas, han confirmado su participación, Claudio anunció que serán millones de participantes, Claudio también anunció que será Lorenzo Córdova el único orador en el evento de la ciudad de México y aún más allá, anuncia que el tal Lorenzo se subió al ring.
El domingo pasado en un evento en un espacio cerrado de la ciudad de México, dicen que juntó más de 20 mil personas y tras ese evento, una campaña mediática tratando de comunicarnos lo bien que estuvo lo grandioso que fue el evento y cómo a partir de ahora levantará y solo levantará, sin embargo la realidad no pinta nada bien para la señora Gálvez.
En tal sentido desde hace algunos días diversos opinólogos intentan forjar la idea de que en algún momento el señor X decidirá que sea Córdova que lleve la batuta en las elecciones de hecho he leído cuando menos dos columnas en las que se fija una línea discursiva para Córdova encaminada a no darle la mayoría legislativa al próximo gobierno.
Es decir dan por perdida la presidencia de la República pero intentan mantener la imposibilidad del gobierno para hacer cambios legislativos importantes, es más uno de los columnistas se atreve a señalar que Claudio X González intentará negociar con Gálvez posiciones secundarias.
Es claro que la candidatura de Gálvez no funcionó, desde un principio y el cierre de campaña no mejoró la percepción de la candidata, no sé si el cambio de candidato logre modificar la tendencia electoral que hasta hoy se está mostrando, sí sé que hay estados de la república en dónde la elección federal (senadores y diputados) es un desastre para la oposición, incluso que estados como Yucatán, Guanajuato y Chihuahua tienen dificultad para lograr una mayoría legislativa.
La campaña de no darle la mayoría legislativa al poder le funcionó en el 2021 pero hoy la figura disruptiva del presidente de la república parece ser más fuerte que una campaña mediática.
Entre Gálvez y Córdova hay inmensas diferencias: presencia física o personalidad quizá sea la más importante, capacidad discursiva, aceptación de ciertas estructuras de poder, frescura de discurso o no, explosividad ante eventos inesperados, en fin, son dos caras de la misma moneda, son la misma imagen del mismo régimen corrupto que presenta de dos maneras el futuro.
Es irrisorio pensar que la gastada cara del señor Córdova pueda mejorar la desgastada imagen de un régimen de 100 años.
SALUD
Te recomiendo:
Credibilidad del nacionalismo revolucionario
Comentarios
Publicar un comentario