La protesta de miles, cientos de miles de personas (desde
niños hasta ancianos) hoy en las calles de todo el mundo en una nueva jornada contra
las instancias (instituciones) de justicia en particular y contra todas en
general que se han encargado de darle en la madre a este país; calificados por
los “solícitos”
conductores de radio y televisión como “acarreados” y “violentos”, muchos de esos "comunicólogos" disfrazados de verdaderos “demócratas” haciendo ver la
necesidad de evitar la violencia, de controlar los ímpetus, expresiones todas
en sentido negativo, pocos, muy pocos de los lectores de noticias se atrevieron
a realizar comentarios positivos respecto de la organización, de los miles de
manifestantes que lo hicimos en paz, de los miles que caminamos y gritamos consignas,
de los miles que exigimos justicia, que levantamos nuestra voz para decir YA
BASTA.
En México desde Tijuana y hasta Tapachula, desde Cancún
hasta Matamoros; en el mundo desde Montreal hasta Santiago y desde Lisboa y hasta
Tokio; se presentaron infinidad de grupos humanos demandando lo mismo aunque
cada quien en su estructura de pensamiento y valores; LIBERTAD y JUSTICIA.
Aunque los medios electrónicos nacionales se inclinaron más
a mostrar esos pequeños resquicios de violencia, se encargaron repetir casos de
vandalismo y de muestras de violencia, nos repitieron los “enfrentamientos” en
Zaragoza; los petardos de algún lugar de Netzahualcóyotl; el muro frente a la
puerta de la SEP; las pintas y piedras en la carretera del Sol; las tomas de
las casetas de cobro y todo tipo de actos que fueron (por cierto) lo menos.
Hoy el pueblo mexicano volvió a mostrar su indignación por
Ayotzinapa (y los siglos de injusticia, corrupción e impunidad a que ha estado
sometido), mostró su cansancio para con un régimen corrupto (corrompido y
apático) que quiere seguir pensando autocomplacientemente que echando pintura
al derruido inmueble que mantiene con alfileres podrá hacerlo ver bien y
seguirá soportando los embates de su podredumbre (de ese hedor que viene de
dentro y ya muestra claros signos de inmundicia)
}
La organización social (que algunos quieren ver como
acarreo) dejó claro que traspasamos el nivel de apatía y estamos dispuesto a
seguir exigiendo (quizá lo que dejamos de exigir durante muchos años); quedando
claro que los discursos vacíos del poder (de todos los depositarios y beneficiarios
de él) en los que proclaman sus “instituciones” como garantes de progreso y
bienestar, han sido rebasadas.
Hoy rebasamos las expectativas incluso de los más optimistas
y quedó claro que somos muchos y no estamos dispuestos a dejarnos amedrentar
por los que dicen tener el “legítimo derecho de la fuerza del Estado” SALUD
Fracasó pues la primera “estrategia” de
amedrentamiento pero es hora de que entiendan que es hora de empezar a hacer lo
que queremos que hagan y dejen de “pensar” que con cambiar para seguir
igual lograran callarnos.
Ya basta que al amparo de sus instituciones y nuestros derechos sigan forjando la esperanza de un mejor futuro, queremos un mejor presente. Ya es hora de que los medios dejen de ser comparsas de la impunidad y de llamarnos acarreados y violentos.
SALUD
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