Seguir echando lumbre al fuego, hace que las brazas no se agoten |
Ayer acabó por
desatarse la violencia en San Bartolo Ameyalco, un pueblito, que hace como 30
años era una entrada alterna al Desierto de los Leones y una parada obligada
para las quesadillas al salir, entonces también su principal fuente de vida era
la agricultura; todo por una desviación al sistema de aguas de la
ciudad. Es decir se pretende realizar
una desviación del caudal que ahora surte desde ese punto a la parte vieja de
Mixcoac y hasta el centro de Benito Juárez (por el parque de los Venados) reducir
el suministro de esas áreas para llevarlo a Santa Fe. SALUDLos vecinos de Santa Fe necesitan agua y la alternativa más
cercana (aunque no la más barata ni la que menos afectación generaría) es esa.
Todos los estudios de impacto de esta obra en los
desarrollos habitacionales autorizados desde Revolución y hasta Tlalpan y desde
el Eje 8 y hasta el Eje 6, resultan muy desfavorables para ellos, sin embargo
algunos de esos vecinos de esas zonas seguro hasta maldicen a los habitantes de
un pueblito que se comió la modernidad.
Ayer la TV trató el asunto como un acto de barbarie de parte
de la población, de hecho hoy no encuentro en los diarios de circulación
nacional (que imponen sus notas en los del resto de la república) una EXPLICACIÓN
COHERENTE, de las causas profundas o reales de esa violencia.
Es más casi todas las notas destacan dos policías en estado
de coma, aunque no hacen referencia al estado real de salud de ellos y menos
los centros hospitalarios en donde se encuentran (intenté confirmar en Mocel de
Tacubaya, que es donde los atienden, pero no hay tal)
La violencia de esos pobladores quizá resulta injustificable
para una gran parte de la población, pero es absolutamente entendible para una
gran cantidad de localidades cuya cultura se centra en actividades agrícolas y
el agua es su fuente de vida (baste revisar el caso del Yaquí en Sonora hace
unos meses)
En Ameyalco, no es esa la motivación, pues la modernidad
hace que apenas se siembren algunas pequeñas fincas y pequeñas parcelas ya
colindantes con el parque nacional, pero el agua para ellos es garantía de vida
y de salud; es quizá uno de los pocos patrimonios que han logrado conservar
como comunidad.
No trato de justificar la acción ciudadana con lágrimas en
los ojos, trato de explicar la afectación que se causa y la falta de sensibilidad
de la “autoridad” para atender las demandas sociales, que hace que la
población se organice y asuma la defensa de lo que consideran parte integral de
su patrimonio, la AUTODEFENSA que tanto molesta a muchos. SALUD
Esa falta de comunicación (más bien de entendimiento) entre
los afectados y los afectantes, lleva de manera sistemática a la organización autónoma
de los afectados y a la defensa de lo que ellos consideran un derecho, hoy son
esos manantiales que han surtido a esa comunidad de manera ancestral, ayer
fueron la tierras de Atenco.
Ayer era la demanda por las pensiones de los
presidentes (sin sustento legal) y hoy
son los haberes de retiro de os magistrados del poder electoral.
La población está cansada del sistemático robo de parte de
sus “autoridades”
y se organiza más fácil en defensa de cosas concretas e inmediatas, pero
también se está organizando en defensa de su dignidad como pueblo.
SALUD
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