Hace ya muchos años, en colonias del Distrito Federal como
Moctezuma o Lindavista, los vecinos se organizaron para colocar casetas de
ingreso (con guardia) y para cercar accesos, esos son quizá los primeros grupos
de “autodefensa”
que yo recuerdo, fue hacia mediados de los 70 y después proliferaron en
diferentes partes de la ciudad y de otras ciudades del país.
En las organizaciones gremiales (sindicales o no) desde
antes de esa época, se usaban grupos o células que “protegían” los intereses de
los patrones, mediante amenaza o intimidación a los trabajadores, ese mecanismo
en ocasiones propició la organización de los obreros para mantenerse unido y
rechazar cualquier tipo de amedrentamiento; esa es otra forma de autodefensa.
De hecho, los sindicatos son una forma de autodefensa
socialmente aceptada desde hace muchos años en el mundo.
Hacia mediados de los 80, en respuesta a las constantes
agresiones de parte de talamontes en diversas partes de la república mexicana y
ante la inacción de las “autoridades” surgen grupos de comuneros e incluso
ejidatarios que organizan guardias en las tierras que les estaban siendo
taladas de manera clandestina, ellos primero de manera autónoma y después
avalados por diferentes legislaciones locales, asumieron la defensa de su
territorio. Ahora son denominadas
“guardias comunitarias” y casi hay en toda la república mexicana.
En esa época también (y como resultado de los sismos del 85)
en algunas comunidades (pueblos) del DF la sociedad local harta de la
construcción de multifamiliares se organizó para defender el uso de suelo local
e incluso llegaron a parar diversas obras en delegaciones como Tlahuac,
Tlalpan, Xochimilco, Milpa Alta y Cuajimalpa; hoy bajo denominaciones como
Asociación de colonos o representantes comunales o simplemente bajo un membrete
de organización civil, existen en el DF cientos y en México miles.
Ya a partir de los años 90, ante el incremento desmedido de
actos delincuenciales en las zonas urbanas del país, los comerciantes empezaron
a poner rejas en sus comercios (casualmente yo las vi por primera vez en
algunos barrios de Ecatepec y entonces las consideré una exageración) hoy hay
hasta en pequeñas localidades rurales y parecen ser socialmente aceptadas.
Todas esas formas de defensa autonómica o propia, son
autodefensas, ahora pegan de gritos por que grupos de la sociedad civil,
cansados de ser agredidos por parte de organizaciones criminales ( o
simplemente de criminales desorganizados) tuvieron la fuerza, la voluntad y
sobre todo, la capacidad de organizarse para defenderse.
SALUD
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