En entrevista para El País, además señala que el gobierno
sabe lo que pasa en Tepito, lo cual es sin lugar a dudas una verdad inatacable.
El Tanque tiene 42 años, dice que fue a la escuela hasta los
13, lo cual lo deja en las calles del barrio bravo en torno a 1984 (un año
antes del terremoto), dice que entonces las calles del barrio “eran menos violentas” lo cual NO es
cierto pues es precisamente el momento del cambio de vocación del barrio,
cuando deja la mercancía ilegalmente introducida a México para migrar hacia
actividades de producción de drogas sintéticas y distribución de todo tipo de
estupefacientes.
De hecho, el sismo de 1985 cambió la fisonomía de esa parte
de la ciudad (como de otras muchas) las viejas vecindades de las calles de
Peralvillo, Jesús Carranza e incluso algunas de Toltecas fueron demolidas y en
su lugar se construyeron edificios de tres a cinco niveles, la “comunicación”
de patios y los laberintos que ahí se formaban, pasaron a ser lugares abiertos
que se comunicaban pero no ofrecían el cobijo y la seguridad para los
delincuentes.
Es a partir de 1987 (cuando El Tanque iniciaba su despegue
como comerciante en pequeño de droga y contaba con 16 años de edad) cuando la
actividad comercial de Tepito, va hacia Mixcalco primero (apropiándose del
Mercado Abelardo L. Rodríguez y El Carmen) y después hasta La Merced.
Cuando las bandas de chamacos en el corazón del barrio se
disputaban tres territorios, el viejo barrio al norte del Eje 1 norte y al
poniente del Eje 1 oriente; hasta Reforma en donde ya era parte de la Guerrero
(otro barrio bravo, el de los indigentes al oriente el Eje 1 oriente y hasta La
Merced y el nuevo al sur del Eje 1 norte y hasta La Merced.
El Tanque controló (alrededor de 1990) este último perímetro
de hecho su centro de operaciones estaba en Torres Quintero y su control de
actividades (además de la distribución de unos 20 kilos ―en la entrevista habla
de 25 gramos― de coca y unas tres toneladas de marihuana a la semana) era la
distribución de “espacios” para la comercialización de productos de temporada,
siendo a mejor época navidad.
Era “dueño” de un contingente de más de 4
mil comerciantes y controlaba todo tipo de mercancías nuevas que ilegalmente
ingresaban al barrio.
El Tanque “acordó” con jefes policiacos del
viejo régimen y con los del “gobierno del cambio”, fue capaz de
negociar las zonas de colindantes de Palacio Nacional y la Suprema Corte con el
ejército.
Repartió dinero hasta 2005 en que cayó en desgracia por una “mala
jugada” y desde 2006 (en que se da su primera detención) logró “negociar”
que se respetara su zona a cambio de no dar nombres y así además logró una
liberación en 2008 pero regresó en 2009 por delitos federales y desde entonces
está recluido.
Su hijo nace apenas tres años antes de su primera reclusión
(es decir NO lo conoce, no ha convivido con él, no conoce el negocio ni como
hay que negociar), es un imberbe jovenzuelo, acostumbrado a tener todo por el
nombre del padre, que intentó “reconquistar” un territorio que nunca se perdió,
pues El Tanque mantiene control de la actividad comercial y de producción de
copias de perfumes, relojes y ropa de marca, desde el penal en que está recluido
(en Sonora)
No es un ajuste de cuentas, pues ya las hubieran ajustado,
no es una cuestión de territorios, pues El Tanque tiene controlado el suyo, por
lo tanto es una cuestión de desacato personal del chamaco, que en mi particular
punto de vista, se metió donde no debía y ni su padre puede ayudarlo a salir,
pero yo (al contrario de su progenitor) creo que ya no esta vivo.
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