Dice Ernesto Ruffo que no son una nueva corriente aunque Carlos Medina dice que sí, pues SALUD.
Desde la truncada Convención Nacional de Acción Nacional y
las acusaciones entre grupos internos de ese partido, de “haber perdido el
camino” y “querer la estructura para sus fines”, los consejeros de los dos o
tres o más grupos internos buscaron “acordar” términos para la renovación de la
dirigencia y el “regreso a la normalidad” de una oposición de tercer tipo.
Hoy las siglas del PAN nacional valen poco más de 600
millones de pesos anuales (y los negocitos que alrededor de ese partido se
puedan hacer) y son ya el último reducto que les queda a algunos “distinguidos”
miembros de ese partido, para refugiarse y seguir cobrando de nuestros
impuestos.
La “intervención” de los exgobernadores: Ernesto Ruffo, Carlos Medina Plascencia, Fernando
Elizondo, Alberto Cárdenas y Fernando Canales Clariond; es una
mezcla entre insustancial y muy folclórica, pues desde su ejercicio de gobierno
sólo Canales mantiene lazos institucionales y presencia estatal, Cárdenas es
considerado como “muy calderonista” (que es algo que se intenta evitar) y los
otros tres tienen fuertes vínculos con la dirigencia nacional actual (que
también es algo que se intenta evitar)
Aunque la lucha se ha querido centrar en esas dos
fracciones, en realidad es mucho más profunda, pues los yunquetos (representada
por Cecilia Soto, Margarita Zavala y Josefina Vázquez; lo que son las cosas
tanto desprecio por el género de esos señores y están representados por tres
mujeres), los neopanisas (que aunque vinculados a los gobiernos foxista y
calderonista, quieren su propio lugar)y algunos otros grupitos de poder interno
que también “esperan” un pedazo de los recursos y el poder que da la dirección
nacional.
La guerra no es ideológica y tampoco resultado de su derrota
electoral federal pasada, la lucha se centra en la toma del control para efectos
de posicionamiento electoral (en las locales primero y en la federal de 15),
pero con dos visiones diametralmente opuestas, la primero (de la dirigencia
actual de colaboración con el gobierno) y le segunda de absoluta beligerancia y
verdadera oposición contraria a la política oficial del gobierno federal
actual.
La primera apuesta a que haciendo ver a Acción Nacional como
dispuesto a hacer política ganarán espacios electorales, mientras que la
segunda indica que con esa actitud se fortalece al gobierno y se pierde
capacidad propia en procesos electorales locales (cosa que ya se empieza a
perfilar en BC y otras entidades federativas)
Los primero consideran el “arreglo” en lo obscurito como
parte de la política, los segundos apuestan al enfrentamiento para avanzar.
Los primeros saben que se avanza más agarrados del brazo del
poderoso (como lo hicieron cuando eran oposición) que yendo por su lado, los segundos
esperan que enfrentando al sistema (como lo hizo Fox) se logre convencer a la
ciudadanía.
En fin, encontrar un camino intermedio (que enfrente sin
confrontación como dijo Cárdenas) es una cosa poco probable y seguramente muy
peligrosa, pues el Estado represivo, siempre puede sacar los “trapitos” al sol
y exponerlos. SALUD.
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