Bien decía Doña Boni “El
burro no habla y las ratas se esconden” y pues algunos de los cercanos a Elba
Esther Gordillo empiezan a escabullirse, desde el martes se mencionaron
los nombres de algunos de estos “finísimos” personajes como Francisco Arriola Urbina, ex esposo de
la “maestra” y parte de la tesorería del SNTE; René Fujiwara Apodaca ex esposo de Maricruz Montelongo Gordillo y ex miembro del “consejo de
administración” del ISSSTE; como parte de las investigaciones que realiza la
PGR en relación con el caso Gordillo.
Trascendió que ambos “hombresitos” y Silvia Luna Rodríguez ex diputada del Partido Nueva Alianza (PANAL)
buscaron la protección de la justicia federal desde el 27 de febrero pasado (es
decir un día después de la detención de la maestra, al interponer un amparo en
la Sala Regional del Consejo de la Judicatura Federal de Jalisco, SALUD.
Claro un “amparo” para no ser molestados, pues ellos se
creen como parte de los “intocables” de este país, son miembros de la “sagrada
familia” de Elba Esther y están acostumbrados a contravenir cualquier
ordenamiento legal y jurídico sin ser llamados a cuentas.
La selectiva justicia nacional no puede llegar a ellos
aunque delincan (es más les da permiso para hacerlo sin que pongan en riesgo su
integridad y libertad) baste recordar el caso de Miguel Ángel Yunes (otro de los miembros del clan) que señaló haber
recibido dinero de Mónica Tzasna Arriola
Gordillo (entonces dirigente del PANAL) en un portafolio en el aeropuerto
de Veracruz, sin que haya habido investigación alguna.
Las estructuras financieras y de apoyo que Elba generó desde
el SNTE, el ISSSTE, la Lotería Nacional y el PANAL, alcanzaron a gobernadores,
secretarios de estado, Presidentes Municipales y Directores Generales de
Organismos descentralizados; alcanzaron hasta a la Presidencia de la República
y socavaron a las instituciones (esas instituciones que tanto defienden los “proseres”
(así) del régimen.
Por lo pronto, la “justicia” informó que sigue dando larga a
la procedencia de los amparos interpuestos y como dice aquel corrido tan famoso
“el amigo del caballo, ni por la silla volvió” pues de Arriola, Fujiwara y Luna
no se sabe a donde se esconden.
Así esos tres personajes buscan el amparo (en prevención de
cualquier acto de autoridad) y Mónica Arriola muy solícita recorre oficinas de
la PGR y de Gobernación para “enterarse” de la situación que prevalece.
Lo que prevalece parece es pasividad y tolerancia, SALUD.
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