Vamos a eculubrar, en la cultura política nacional, existió hace algún tiempo
el desarrollo de escenarios políticos y la estructuración de gabinetes para el “nuevo”
gobierno (todo ello como parte de la necesidad de mantener el huesito), a
partir de eso me propongo el siguiente ejercicio:
En caso de que Enrique Peña Nieto llegue a la Presidencia de la República tiene tres posibilidades:
En caso de que Enrique Peña Nieto llegue a la Presidencia de la República tiene tres posibilidades:
- Estructurar de manera tradicional un gabinete a partir de equilibrio de fuerzas internas (e incluso externas) al PRI.
- Cerrarse a una estructura priísta sin incluir equilibrios internos.
- Fortalecer la cultura del borrachín de trabajar con un grupito de amigos.
- Quizá le sea posible controlar los ímpetus internos y la efervescencia externa sólo bajo el primer escenario.
En el caso más extremo, se hace a Luis Videgaray “el delfín”
y se le coloca en Gobernación o en Hacienda, aunque de antemano, puedo decir
con un alto grado de certeza que Videgaray
quedará en Economía (ya incluso ha colocado piezas clave en esa Dependencia)
Entre los grupos internos del PRI se asegura que la columna
vertebral de la administración de Peña
Nieto será seguridad (SSP, Gobernación y PGR) y que ahí quedará el viejo
PRI es decir los representantes de la “famosa” nomenklatura de Salinas “Desde el año de 1996, a través de los medios de comunicación, se
difundió que Carlos Salinas había señalado
que la Nomenklatura del Partido Revolucionario Institucional había asesinado a Luis Donaldo Colosio para impedir que Pronasol remplazara al PRI
y que dicha Nomenklatura estaba esperando el momento para revertir la
estrategia económica y los cambios que él había impulsado” ()
un ente etéreo pero bien identificado al interior, hoy su mayor representante
entre los visibles es Jesús Murillo
Karam e indudablemente ese es el primer error que cometería Peña Nieto,
pues regresar el control del aparato político a ese (o esos) grupos,
significaría el principio del fin, pues la represión e infiltración de los
opositores sólo tendrá como consecuencia el exacerbamiento de los ánimos populares
y el rompimiento de la frágil posibilidad de mantener el poder.
Aun la posibilidad de Miguel
Ángel Osorio Chong como parte de esa estructura “central” de la administración
pública significaría un gravísimo retroceso, aunque más controlable para el “nuevo”
gobierno.
De cualquier manera, en un afán de moderar la situación y
bajo los viejos esquemas del “partido de estado” que entregaba la segunda posición
a la segunda estructura interna, considero que Beatriz Paredes Rangel será la titular de Gobernación (es además lo
que ha buscado desde 1988), este escenario lleva a suponer la primera
posibilidad de las tres expuestas con anterioridad.
Siguiendo bajo esta línea de pensamiento y considerando que
la administración federal deberá repartir el poder (no sólo al interior del
PRI) la reincorporación del “grupo universidad” a un cargo de primer nivel parece
inevitable y sin lugar a dudas el mayor
representante de ese grupo es José Narro
Robles (aunque pudiera ser René Drucker
Colín) en el primer caso dicen los enterados puede ser de SEP o de SSA, en
el segundo sólo de SSA.
En mi opinión, la llegada de cualquiera de ambos, habrá
significado un “adecuado” acuerdo con la izquierda y con los representantes de
la oposición más radical.
Cualquier cosa diferente significará el auto-exterminio del otrora
poderosísimo partido de estado, es decir, la falta absoluta de sentido crítico
(y sobretodo práctico) de hacer política, es decir abonar a la decadencia e inevitablemente
a la debacle del endeble entramado de poder que creen tener.
Ahora bien bajo un esquema de repartición interna del poder
el área social (educación, salud, agricultura y SEDESOL) deberán ser entregadas
al grupo de poder más radical (extremo) del PRI (en este caso a los últimos
representantes de nacionalismo revolucionario (si es que aun existe) quizá las “cabezas” sobresalientes sean Labastida, Murat y Díaz, y no entiendo quien o quienes podrían lograr una posición.
En fin, el regreso de la “clase política” experimentada
(como lo señalaban en sus spots de campaña) el desbarrancadero es la única
posibilidad.
De cualquier manera, continuando bajo la suposición menos
catastrófica y en el entendido de que sólo son supuestos, el área de desarrollo
social deberá quedar en manos del PAN dogmático (o uno de sus representantes)
no me puedo imaginar a Josefina Vázquez
Mota aceptando de nuevo) la SEDESOL pero si puedo considerar la posibilidad
de que sea Margarita Zavala o (incluso)
Manuel Clouthier, quienes
encabezaran esa Dependencia.
Quedaría pues el área hacendaria para los “nuevos” priístas
y aunque no dejo de considerar la posibilidad del regreso de Santiago Levy (que ya en tres ocasiones
dijo NO) a la SHyCP me imagino más la posibilidad de un “distinguido” salinista
en piel de cordero (sin alusión personal) para aparentar un cambio (que
significará irremediablemente una tasa impositiva del IVA entre 17 y 19 por
ciento generalizada) y una estructura impositiva tan desigual como ahora, a
favor de los que realmente detentan el poder.
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