El PRI desde la perspectiva interna (incluso hoy Pedro Joaquín Crodwell lo repite) ya no hay nada que hacer, más que esperar a que el 1 de julio los mexicanos les den el voto mayoritario y los hagan gobierno.
Pero como señalé antes, el “camino de la unidad” no es un camino plano y recto, así pues, la “alianza” de Elba Esther Gordillo con Peña Nieto para “asegurar” las posiciones que a ella le interesaban, para asegurar la participación del PVEM en la candidatura común, para debilitar val PRI que en el mediano plazo es su principal objetivo, se rompió.
Que la “nomenklatura” dice Elba (recuerdo a Salinas y aquel tedioso e intrincado interrogatorio ante la Fiscalía Especial para el caso Colosio y un fiscal retomando el tema y volviendo a preguntar ¿quienes son de la nomenklatura? y Salinas sin decir nombre alguno)
Que hay una transferencia de votos de los partidos chicos a los grandes (recuérdese que en la boleta aparecen todos los logos) y según parece PANAL recibiría menor votación a pesar del jugoso “acuerdo” de posiciones.
Pero ¿cual es el recálculo realizado por Elba y la Dirigencia del PANAL para romper con el PRI?
¿Qué pierde el PANAL y Elba con ese rompimiento?
El PANAL deja de recibir de manera directa una gran cantidad de lugares en el Senado y el la Diputación, pierde la posibilidad de lograr “colocar” sus piezas en el Congreso. Elba pierde aldejar de “asegurar” lugares para “la sagrada familia” Elba pierde capacidad de negociación en la formación del gabinete, en caso de que Peña Nieto sea presidente.
¿Qué gana el PANAL y Elba con ese rompimiento?
El PANAL puede “cachar” cartas viables para diferentes puestos (federales y locales) que al salir raspados en su relación con el PRI buscarán quien los cobije.
Elba gana que el PRI se debilite (que como he insistido desde hace algún tiempo es su objetivo) pues en cada negociación local habrá siempre fricciones (de hecho hoy en Morelos ya hay jaloneos poco favorables para las estructuras del PRI)
En el jaloneo político que al interior de los grupos de poder del PRI se presentarán de manera irremediable desprendimientos, las liderazgos con mayores posibilidades irán a parar a otros partidos políticos pero como la izquierda realizó coalición total no puede cachar y el PAN generalmente cacha poco, sólo queda PANAL para ello.
Elba es una estratega y una negociadora de olfato, sabe que entre los múltiples desprendimientos habrá algunos liderazgos locales importantes, sabe que la transferencia de estructuras locales hacia el PANAL favorecerán su posición y sabe, sobre todo, que el PRI (de no ganar la presidencia) explotará en culpas y reproches, con lo que se puede debilitar la estructura y (por ende) fortalecer su posición personal al interior del PRI o desde el PANAL.
Pero como señalé antes, el “camino de la unidad” no es un camino plano y recto, así pues, la “alianza” de Elba Esther Gordillo con Peña Nieto para “asegurar” las posiciones que a ella le interesaban, para asegurar la participación del PVEM en la candidatura común, para debilitar val PRI que en el mediano plazo es su principal objetivo, se rompió.
Que la “nomenklatura” dice Elba (recuerdo a Salinas y aquel tedioso e intrincado interrogatorio ante la Fiscalía Especial para el caso Colosio y un fiscal retomando el tema y volviendo a preguntar ¿quienes son de la nomenklatura? y Salinas sin decir nombre alguno)
Que hay una transferencia de votos de los partidos chicos a los grandes (recuérdese que en la boleta aparecen todos los logos) y según parece PANAL recibiría menor votación a pesar del jugoso “acuerdo” de posiciones.
Pero ¿cual es el recálculo realizado por Elba y la Dirigencia del PANAL para romper con el PRI?
¿Qué pierde el PANAL y Elba con ese rompimiento?
El PANAL deja de recibir de manera directa una gran cantidad de lugares en el Senado y el la Diputación, pierde la posibilidad de lograr “colocar” sus piezas en el Congreso. Elba pierde aldejar de “asegurar” lugares para “la sagrada familia” Elba pierde capacidad de negociación en la formación del gabinete, en caso de que Peña Nieto sea presidente.
¿Qué gana el PANAL y Elba con ese rompimiento?
El PANAL puede “cachar” cartas viables para diferentes puestos (federales y locales) que al salir raspados en su relación con el PRI buscarán quien los cobije.
Elba gana que el PRI se debilite (que como he insistido desde hace algún tiempo es su objetivo) pues en cada negociación local habrá siempre fricciones (de hecho hoy en Morelos ya hay jaloneos poco favorables para las estructuras del PRI)
En el jaloneo político que al interior de los grupos de poder del PRI se presentarán de manera irremediable desprendimientos, las liderazgos con mayores posibilidades irán a parar a otros partidos políticos pero como la izquierda realizó coalición total no puede cachar y el PAN generalmente cacha poco, sólo queda PANAL para ello.
Elba es una estratega y una negociadora de olfato, sabe que entre los múltiples desprendimientos habrá algunos liderazgos locales importantes, sabe que la transferencia de estructuras locales hacia el PANAL favorecerán su posición y sabe, sobre todo, que el PRI (de no ganar la presidencia) explotará en culpas y reproches, con lo que se puede debilitar la estructura y (por ende) fortalecer su posición personal al interior del PRI o desde el PANAL.
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