Que en estricto sentido en México según el Capítulo segundo del Título cuarto del COFIPE es el registro común de un candidato (Artículos 95 y ss)
Me quisiera preguntar, ¿cuándo la izquierda (aun la institucional) abandonó la lucha, para integrarse al juego electoral?
Quizá hay que buscar la respuesta en el mismo devenir institucional. En el desarrollo de la “práctica” electoral, en el camino en el que nos metimos en 1987-88 ante la posibilidad real (o ficticia) de un cambio.
Pero, con todo respeto la izquierda es mucho más que un momento en la historia política de este país, para los que aún les queda memora, el PC en México es anterior al PRI, su padre el PRM y su abuelo el PNR, el PC y los que en él militaron tienen mucha más (pero mucha) historia que la bola de “políticos” que han administrado este país durante más de 90 años.
Es más, buscándole en la historia la Constitución mexicana, es más de izquierda que de derecha, la “aplicación” de la norma constitucional y la indolencia de la administración han hecho de esta, un instrumento en desuso.
Por tanto, buscar las causas profundas de la pérdida de competencia (no electoral) de la izquierda mexicana, pues ahí, en la circunstancia real de nuestro pueblo, existe suficiente razón para continuar con la lucha, pues ahí, en las instituciones de educación superior se sigue discutiendo la necesidad de lograr mayor justicia social y los caminos para lograrlo, pues ahí, en los espacios públicos (no mediatizados) se establece como principio de lucha, la necesidad de igualdad social, pues aquí en estas redes sociales se sabe de la necesidad de acabar (o cuando menos disminuir) de desigualdad social, de denunciar las injusticias.
Entonces ¿cómo explicar la disgregación entre lucha e institucionalización de la izquierda?, quizá hay que buscar en la “cooptación” de la intelectualidad, ahí en ese momento histórico 1988-90 esos señores que aparecían en los medios públicos, que incluso eran invitados por las televisoras comerciales y lanzaban un royo, dejaron de aparecer, se convirtieron como lo dijo alguien en los “a nexos” o en “intelectuales de bolsillo”, aunque también podemos buscar en la incapacidad organizativa y de comunicación de las instituciones educativas o quizá en el descrédito que estas han logrado, hoy la institución educativa se ha convertido en poco menos que nada, es decir que conciencia social podemos esperar de una masa de estudiantes que se “preparan” para el trabajo (cuando bien les va) que podemos esperar en la formación de jóvenes cuando los maestros están ahí por que no hay otro con mayor capacitación que acepte el sueldo ofrecido, con profesores sin convicción, sin capacidad y sin formación.
Habrá quien juzgue necesario buscar en las estructuras partidistas, en la izquierda tres partidos políticos nacionales dejaron de transmitir “ideología” a sus bases, no cuentan siquiera con un producto periódico de convocatoria, de reflexión, de masas. No recuerdo a uno sólo de sus “dirigentes” convocando a mítines en plazas públicas o llevando cualquier tipo de ayuda a cualquier tipo de desastre natural o social. Desde 1994 en que PT candidateó a Cecilia Soto a la Presidencia de la República su capacidad de convocatoria electoral (a nivel nacional) las otras fuerzas políticas siguen en sus márgenes de participación y no son capaces de potencializarla, es más con ganas de de hacer una revisión estadística, hasta han dejado de tener voto duro.
Pero también podemos culpar a los medios, esos tan culpados de todo, ellos que se han colocado en la retaguardia de la capacidad de entendimiento de la realidad (ya sea por interés o por comodidad), hoy la población recibe la visión de la realidad que dos grandes cadenas televisivas le presentan, le quieren presentar y les interesa presentar.
El radio que llega a otra parte de la población, también dejó de ser un producto de comunicación de interés político e incluso una parte importante de las cadenas radiofónicas se han alejado de su cometido original, de comunicadoras locales, de apoyo comunitario, de interacción social.
Pero ¿será suficiente encontrar los culpables?, es quizá la otra parte que la izquierda institucionalizada mexicana adolece, se queda en el diagnóstico, acepta los parámetros socioculturalmente transmitidos, pero no crea categorías para cambiar esa realidad. Es más, una característica de esa izquierda institucionalizada, cuando menos en los últimos 16 años ha sido no rebatir la estructura formal de los grandes programas nacionales es decir considerar que el planteamiento gubernamental parte de un diagnóstico acertado y las soluciones que se aplican “pueden solucionarla”, con ello acepta los límites de acción a los que se puede sujetar la actividad pública, desde ahí y sólo desde ahí se puede pensar como lo dije hace unos días el gradualismo es pariente del continuismo y no del cambio verdadero, es decir. más vale dar pasitos que ir directa y decididamente hacia el objetivo final.
Otra característica que ha dejado de tener la izquierda institucional o moderna, es el abandono de las causas sociales, ha dejado de luchar por condiciones dignas, materiales y simbólicas de la población, de manera abyecta han negociado posiciones, en lugar de programas, no han siquiera intentado guiar un polo de desarrollo básico (o no lo han logrado).
Sólo en el marco de esto puede entenderse una “coalición” que incluso en caso de que el candidato fuese de “izquierda” acotaría su capacidad de acción, no me explico, desde otra perspectiva la intención de ir con un candidato común.
GRACIAS muy bueno e ilustrador
ResponderBorrar