Ríos de tinta, horas de crónicas radiofónicas e innumerables
espacios en revistas diarias, semanales y mensuales, son el marco de la
participación de Televisa en el desarrollo de la imagen previa de Enrique Peña Nieto, del vínculo de esa
empresa televisora con la “selectiva” exposición mediática del
entonces gobernador del estado de México, con el “olvido” de notas de
impacto negativo y la presentación desproporcionada de temas que la apoyaban.
Estudios e investigaciones que muestran que Bernardo Gómez, vicepresidente de la televisora
es cofundador de TV Promo, ahora manejada por su ex socio Alejandro Quintero y que desde 2008 estructuró un programa de
promoción y difusión de imagen del “muñeco hueco” que con recursos estatales,
de otros “promotores” y de la misma televisora, presentaron a Peña Nieto
como un estadista, sin mayor sustento que la imagen que le crearon.
Ahora se ponen en la palestra los nombres de Arely Gómez González Blanco, hermana del
vicepresidente de Noticias de Televisa, Leopoldo Gómez, para ocupar la PGR y
posteriormente (como por acto divino) la Fiscalía General y de Eduardo Medina Mora Icaza, amigo desde
la infancia del mismo Alejandro Quintero
Iñiguez, que fue vicepresidente Corporativo de Comercialización de Televisa
hasta finales de siglo pasado y muy cercano al propio Bernardo Gómez, que incluso según una versión periodística lo
presentó como próximo vicepresidente de la empresa, como ministro de la SCJN.
Se configura pues la toma de las utilidades del “apoyo”
prestado a la candidatura de Peña Nieto,
pero, pocos “analistas” ven en ello el verdadero trasfondo del asunto;
quisiera comentarles que hacia 1980 en que Javier
García Paniagua era parte del selecto grupo de investigadores y depositario
de “valiosa”
información, en una reunión privada uno de los periodistas de la fuente, se
acercó a él tratando de confirmar un dato y el personaje lo volteó a ver con
desdén y le respondió “aquí lo importante no es saber, sino saber cómo
usar lo que se sabe”
Pues bien, el asunto de que esos personajes ocupen esos cargos
(independientemente de la idoneidad de sus capacidades) no debía preocupar más
allá de las estupideces que puedan hacer, que indudablemente sabemos bien que
las saben hacer, pues ya nos han mostrado que ademá son bastante incompetentes.
Es que desde ahí o hasta ahí llegarán los más importantes
datos, la más valiosa información, los asuntos de la mayor relevancia nacional;
que serán ellos los custodios de datos, podrán con ellos y el poder de una
televisora, extorsionar, negociar, definir alianzas y fobias; se convertirán pues
en los verdaderos dueños de conciencias y hasta de creencias.
Puedo desde ahora afirmar que el poder fáctico se sobrepuso
al poder gubernamental.
SALUD
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