La conclusión de uno de mis post anteriores fue “Ahí
entre los “ideólogos” y las prostitutas
habrá de decidirse el futuro del PAN; seguro ganarán las prostitutas pero no
llegarán al poder” ayer el señor Madero (que ya fue presidente nacional
de ese partido, que es parte de los primeros y que representa a parte de la “pureza”
panista) anunció que deja su curul (que por cierto será asumido por Luis Fernando Mesta Soule, uno de los
hombres de mayor confianza de Javier
Corral) para integrarse como parte del gabinete del mismo Corral en Chihuahua.
Dirían los “viejos” analistas un enroque
perfecto que perfila su “estilo” de administración y su
estructura.
Pero dejemos de lado al señor Corral y enfoquémonos en el PAN y la reconformación de los grupos
que representa el movimiento realizado por ese personaje; así el señor Ricardo Anaya (que según dicen muchos
es hijo político de Gustavo Madero)
ahora se queda con la estructura (que también dicen algunos se fortaleció tras
los procesos electorales de junio pasado) pero con una efervescencia poco
usual, pues ahora el “indefinido” (por su abyecta posición
política) Anaya se enfrentará además
de a las prostitutas a los “custodios de la pureza”
Andará (como Lázaro)
como veleta (lo que parece ser se le da bien) entre los grupos que se disputan
la candidatura a la Presidencia y con su propio interés en ella; aunque el
señor Anaya tiene, tuvo y ha tenido vínculos con Diego (al que siempre he considerado el tercero en disputa), hay
voces que lo ubican como su cachorro (desde 2006) y hay quienes aseguran que en
2009 fue Diego quién lo vinculó a las estructuras nacionales del PAN y que es
un títere de este.
Lo que sea, su títere, su cachorro o su protegido; el caso
es que Anaya representa esa tercera
fuerza panista que sólo ha tenido presencia simbólica, aunque Diego haya sido candidato presidencial
(más por interés cupular que por su estructura partidista)
Anaya, como Fernández de Cevallos se han
considerado siempre como negociadores, como acomodaticios, como parte de las
esferas de poder que sirven de gestores a los intereses del poder, siempre
dúctiles y complacientes ante los poderes reales y fácticos; según entiendo, Anaya fue el principal “negociador”
por el PAN del “Pacto contra México” logrando además algunas prebendas
personales y partidistas.
Anaya “nombró” a Javier Bolaños como presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de
Diputados, como una deferencia al grupo de extrema derecha en el que se encaja Sergio Estrada Cajigal y con la
intención de abrir puertas a parte de los grupos que están en desacuerdo con la
candidatura de Margarita Zavala.
En el PAN la “negociación” es un arte que se les
da, es algo que les es inherente, la toma de posiciones como parte de esa “negociación”
es la parte más trascendente y ahora Anaya
está en la posición de “concentrador” de las “solicitudes”
por lo que la compactación del equipo de Javier
Corral, la llegada de Madero y
el reposicionamiento de esa parte tan denigrada por Anaya tras su “distanciamiento” con su anterior protector,
regresa a la posición original la negociación de la candidatura a la
presidencia de la república para 2018.
Tres grupos bien definidos, hay quienes me dicen “Corral
sería un extraordinario candidato” a lo que yo contesto “¿a qué
hora hace imagen?” pues para ser candidato hay que parecer candidato y
si apenas tomará posesión pues requeriría remontar un hándicap poco remontable;
pero dada la polarización manifiesta entre Margarita
Zavala y Ricardo Anaya, una
tercera vía parece viable.
Así que “hagan sus apuestas señores” la pinta
(con mucha cola poca vergüenza) y el colorado (jefe diego) contra la pureza
panista (Corral y compañía)
SALUD
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