Hace apenas unos meses fue “liberado” Rafael Caro Quintero, quien desde siempre ha sido considerado cabeza del Cartel de Sinaloa y “jefe de jefes” que en los 70 forjó junto a “El tío” Ernesto Fonseca Carrillo también conocido como “don neto” el imperio que hoy lleva ese nombre.
Fueron ellos los que colocaron la primera piedra y quienes desde
su cautiverio (que duró más de 20 años) controlaron parte de los hilos de las
actividades delictivas de esa organización delictiva, quienes según la “Kingping
Act” publicada por la DEA en junio de 2013, generaron una gran red de
actividades económicas, especialmente ligadas a la industria de la construcción para el lavado
de los recursos procedentes del narcotráfico.
Según Ricardo
Ravelo, conocedor de temas del narcotráfico y experto en el cartel de
Sinaloa: “Juan José Esparragoza Moreno
es más viejo que Ismael El Mayo Zambada y más joven que Joaquín El Chapo, y es el sobreviviente
de una generación de capos que hoy (nota del 17 de abril de 2012) están muertos
o presos, como Miguel Ángel Félix
Gallardo, Rafael Caro Quintero, Ernesto Fonseca Carrillo (Don
Neto), Emilio Quintero Payán,
Manuel Salcido Uzeta (El
Cochiloco) y Pablo Acosta
Villarreal”
Desde noviembre de 2013, el Departamento de Justicia de los Estados
unidos había determinado que todo hacía suponer que “El Chapo” terminaría en
una celda de lujo (desde donde podría proseguir con su negocio multimillonario),
y El
Azul junto a Caro Quintero, estarían al frente de la estructura
operativa y financiera de la organización.
La estructura del el Cartel de Sinaloa tiene tres características de
valor como marca
- Es productora e importadora y estupefacientes, para trasladarlos a los Estados Unidos, no busca dominio territorial y poca de la mercancía se comercializa en México.
- Ha desarrollado una estructura económica (comercial e industrial formal) suficientemente sólida que garantiza empleo local a una gran cantidad de personas.
- Es generosa en sus dádivas a empleados y funcionarios públicos locales y en el “apoyo” para “obra social" local.
Dado lo anterior y la “detención” de “el chapo” en febrero de 2014, parecía pues que las cúpulas de las estructuras de el cartel de Sinaloa llegaron
a “un acuerdo” con las estructuras de poder nacionales: liberar a Caro Quintero
y permitir que sigan operando a cambio de mantener en cautiverio a Joaquín Guzmán Loera.
De ser así las cosas, asistimos a una reafirmación en la “política”
antidrogas desarrollada desde el foxismo: mantener al cartel de Sinaloa como
favorito (intercambiando cabezas presas), lo que no resulta nada halagador.
Por cierto para
quienes pensaron que “el chapo” sería extraditado y a la
vez consideran que el detenido no es “el chapo” la evidencia documental y
forense con que se cuenta (pues ya fue procesado y sentenciado) no permitiría
la “sustitución de personas” tan fácilmente.
El chapo. parece volver a "escapar" de prisión; dejando dudas respecto de tres cosas:
la seguridad de las prisiones de "alta" seguridad.
el contubernio de la autoridad.
la aplicación de la "justicia" en México.
Precisamente al respecto de de todo ello quizá debiera girar la discusión actual, pero dado que la "marca Sinaloa" representa para México empresas, empleos, recursos y hasta financiamiento de actividades políticas y obras sociales, se centrará en trivialidades, ya algunos "eculubran" que viajó junto a la Gaviota a París (como uno más de los más de 400 que lo hicieron).
En fin lo único seguro es que se fue, sin saber "que dijo que no era conveniente" o a quienes embarró para "facilitar" su huida, seguimos aprehendiendo capos, sin tener capacidad para obtener información u obtenemos información que sólo desmorona las estructuras de poder.
No supimos negociar con "el Chapo" y mejor lo dejamos ir, rezaría la premisa oficial.
SALUD
Te recomiendo:
Comentarios
Publicar un comentario