Ayer quizá fue el primer indicio de que ante una organización
sindical débil y parapetada en canonjías, privilegios, cochupos y negocitos,
hay grupos de trabajadores que parecen estar dispuestos a defender sus derechos
laborales y salir a las calles a manifestar su descontento con una reforma
laboral (disfrazada de educativa) que pretende acotar sus derechos.
También parece que es una oportunidad para deshacerse de las
dirigencias que apoltronadas en esos cargos desde años (en algunos casos
décadas) sólo han alimentado sus propios intereses.
En Xalapa las demandas eran por democracia sindical,
mientras en Tampico y el mismo Victoria unos 200 docentes se manifestaban su “dirigencia”
se deslindaba de ellos (SALUD) y en
Tepic, a los manifestantes de la CNTE, se sumaron unos 500 docentes del SNTE y
manifestaron la necesidad de unir fuerzas.
Ahí incluso la sección sindical del SNTE manifiesta que es importante
que la dirigencia nacional actúe en consecuencia de los principios de sus
agremiados. SALUD
Ya hace tiempo, el SNTE parece haber quedado lejos de sus
agremiados y ante la desaparición de una dirigencia fuerte y el “surgimiento”
de un “líder” de conveniencia, diversas fracciones (que las hay) han
mostrado inconformidad ante la pasividad y de manera insurrecta y hasta subversiva
han tomado las riendas de las gestaciones de inconformidad local.
Como decía don Fidel: “hay que airear ese chiquero pa que no se
apesten los cerdos” (SALUD)
y parece que desde las dirigencias locales y a pesar de algunas de ellas, se
aireará y habrá una nueva camada de cerdos limpios (no olorosos ni apestosos).
Renovar las dirigencias del SNTE quitando el sarro
enquistado es también parte de los intereses de esta “reforma educativa” pues
ello facilita la “negociación” y barata las facturas por pagar.
Hoy la CNTE ya se encareció y el SNTE no parece tener
capacidad de respuesta ante la inconformidad creciente de sus agremiados, un
liderazgo emergente facilitaría la organización y posibilitaría cohesión en las
demandas, pero también podría resultaren un encapsulamiento de movimiento y una
negociación cupular.
En 1979, una de las intenciones (no declaradas) era fraccionar
la dirigencia para facilitar el proceso de “descentralización educativa”
y entregar la relación laboral a cada uno de los estados de la república, sin
embargo Elba Esther Gordillo, logró cohesionar (a través del cohecho) a los
líderes locales para “garantizar” mejores condiciones, hoy no esta la matriarca
y el desgranamiento parece ser inevitable. Quizá ahora surjan los SETE (estatales) y con ello se avance de manera disímbola en su reforma laboras disfrazada de educativa.
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