Una entrevista en video de siete minutos, llena de imágenes,
de símbolos: la bandera con el águila republicana, una escultura de Benito
Juárez y otra que representa la justicia; en la que dijo de manera concreta
tres cosas:
- · Cambiar al régimen.
- · No estoy obcecado, lucho por ideales.
- · Vamos en 2018
Para lo primero deja claro que está "muy ilusionado en llevar
a cabo la cuarta transformación" (supongo que se refiere a un cambio similar a
los de la independencia, la reforma y la revolución), pues con eso se está dando
respuesta a Ríos Piter que
inmediatamente salió a señalar que hay que “cambiar al régimen” es
limitado y requiere ser explicado.
En cuanto al segundo punto, pues muy poco hay que decir, si
no es una obsesión u obcecación, como decía una querida amiga “no es
necedad, es tenacidad” finalmente es lo que sea, es su visión de
México, por sobre las visiones de todos los demás y en esa visión de él nos
incluye a todos, al cambiar “el voy” para convertirlo en vamos, llegando a lo
principal que quería comunicar, llegando a la razón de los siete minutos de “comunicación”.
Sin embargo, hay cosas rescatables en la “entrevista”
con la que seguramente Zabludovsy
será ahora adorado por aquellos que hace apenas unos días le reclamaban su “tarde
soleada” del 2 de octubre de 1968 (como cambian las cosas para los fanáticos)
y pasará a ser el mejor periodista de México (después claro está de Aristegui)
Lo primero que dice es que tiene la fórmula para llevar a
cabo el cambio y su fórmula verdaderamente mágica es: “acabar con la corrupción”
pues sí, esa es la fórmula, esa la conocemos todos (o muchos) desde hace ya
algunos años, eso lo sabemos los mexicanos, desde hace unos 200 años y
seguramente nuestros ancestros desde antes.
Sólo para rematar con un “me pueden decir peje, pero no soy
lagarto” pero quizá sería conveniente que más de 90 millones de
mexicanos somos honestos, absolutamente honestos que vivimos la desigualdad,
las consecuencias de esa corrupción, que la honestidad no es rivativa, es más
bien general.
También, para los fanáticos del peje y sólo como parte de lo
que dijo ahí, señala “Morena ganará algunas presidencias
municipales, delegaciones del DF y no descartamos ganar alguna gubernatura”
pues está clara la limitada capacidad de esa propuesta electoral, yo creo que
hasta pueden ganar dos gubernaturas (algo nunca visto para una primera elección
de un partido político en México)
Pese a su muy loable explicación de que para cambiar al
régimen “nosotros escogimos la vía pacífica” y a su “ilusión”
de lograr la cuarta transformación, habría sólo que recordarle que las otras
tres transformaciones fueron a base de lucha armada, fueron guerras civiles;
entonces la fórmula mágica no sirve si antes no hay un rompimiento con las
viejas estructuras.
La visión que algunos tenemos de México, es diferente, para
cambiar al régimen hay que destruir las viejas estructuras y eso sólo se logra
desquebrajando, destruyendo todo lo que ha atado nuestra capacidad de organización.
Cambiar al régimen no significa ganar elecciones, el cambo es desmontar todas las estructuras corruptas que hasta hoy han dominado México.
SALUD
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