Dice Cesar Camacho
que “ante
la violencia y a la delincuencia, los partidos políticos deben mantenerse
unidos en un ambiente de entendimiento, concordia y respeto para combatirla”
él casi un bicionario (así) está además de preocupado por la situación del
PRI (al que dice dirigir) ante el nivel de descrédito público y el rechazo
poblacional en que ha caído producto de dos años de “administración” peñista en
los que se han observado muy pocos avances en relación con las expectativas generadas;
sino por México que según el Banco central (contrario a su política de
comunicación) dejó claro que “los recientes acontecimientos sociales en el
país afecten las expectativas de los agentes económicos”.
Lo que pasó es que el señor Camacho no pudo o no quiso o no lo dejaron decir que se quería
referir a esa violencia y pues tuvo que acomodarla. Pero aun leyendo
literalmente su aseveración es muy preocupante, pues encierra tras sí una
inmensa amenaza, la amenaza de seguir sangrando a los mexicanos en lugar de atender
sus reclamos.
Desde hace ya un par de semanas, la SHCP ha venido
trabajando (junto con la de Relaciones Exteriores) en actividades de “difusión”
ante nuestros socios comerciales internacional respecto de que en México, las
turbulencias sociales actuales además de ser pasajeras, no representan problema
alguno para las “instituciones” SALUD
En este empeño (que por cierto sus interlocutores lejos de
tranquilizarse sólo se preocupan más, pues ante explicación no pedida, culpa aceptada)
los políticos mexicanos ha tratado de señalar que son “hechos aislados” o que “se trata
de grupos extremistas muy radicales” y que “su influencia se verá mermada al
paso del tiempo” en realidad frases sueltas que ni a ellos convencen,
palabrería hueca que poco se refleja en la realidad mexicana, en la
multitudinarias manifestaciones de descontento observadas en diversas plazas
nacionales.
Apenas hace 20 días el parlamento Europeo llamó a la “autoridad”
mexicana a generar mejores prácticas de convivencia atendiendo a las causas
profundas del conflicto y ofreciendo seguridad a los afectados respecto de la
justicia. SALUD
La semana pasada un vocero de la Casa Blanca (sin estar
hablando a nombre del titular del poder ejecutivo de los Estados Unidos)
expresó su preocupación por la violencia social resultante de la desaparición
de los normalistas de Ayotzinapa y el máximo ministro de culto religioso se
atrevió a manifestar la necesidad de orar por los estudiantes.
En México, el Consejo Coordinador Empresarial a través de un
desplegado manifestó la necesidad de un nuevo pacto social para “concluir
las reformas” SALUD
Pero mientras la SHCP asegura en un “boletín
de prensa” que todo está perfectamente y que ya estamos nuevamente
tocando a las puertas del primer mundo. SALUD
La preocupación del señor Camacho, y su llamado a la unidad de los partidos políticos (como
si estos representaran aun a alguien) es en realidad un signo del pánico que
tanto el PRI como otras “instituciones” políticas nacionales
están sintiendo ante el despertar de conciencias nacionales, ante la
movilización y organización social capaz de mostrar de manera clara y ordenada
su descontento con la situación del país.
Ahora debemos mostrarles a los partidos, a sus
representantes y al gobierno que estamos hartos de tanta impunidad y valemadrismo; de mostrar unidad ante la delincuencia partidista y gubernamental, que tanto daño han hecho a México durante tanto tiempo.
.
SALUD
Te recomiendo
Comentarios
Publicar un comentario