A partir del cambio en las leyes de FOVISSSTE e INFONAVIT (la
“modernización”)
desde los noventas y pese a la crisis financiera del 95 en México se propició la
participación de la iniciativa privada en el desarrollo de vivienda popular y
de interés social, en resumidas cuentas hacer negocio con los recursos
públicos, así surge en 1992 GEO (en realidad la familia Orvañanos tenía participación en el sector inmobiliario desde
mediados de los 70 y hay por ahí una historia muy parecida a un mito urbano que
ubica a Luis Orvañanos Lascuraín
como “socio” de Javier García
Paniagua y “novio” de Ana López
Portillo), Urbi (otra desarrolladora de los años 80) se colgó del BUM pues
sus “buenas
relaciones” familiares con los Clouthier
y lo Gastelum de Sinaloa, le
permitieron un pedazo del pastel sobre todo a partir de 1992.
Una de las inmobiliarias con mayor “prestigio” en aquellos
años era SARE (de la familia Sánchez
Reyes) y cuyos “vínculos” con Fonatur son evidentes, obtuvo “ventajas
competitivas” especialmente en tasas de interés y montos de financiamiento.
Finalmente HOMEX del “inteGrísimo” señor Eustaquio Tomás de
Nicolás Gutiérrez, acostumbradísimo a hacer negocios turbios es otra de las
constructoras llamadas a lo que Fox denominó “uno de los mayores proyectos del régimen democrático” SALUD
Durante las administraciones panistas y en total apego a su
filosofía de política económica del liberalismo, las desarrolladoras de
vivienda o vivienderas como se les ha dado en llamar ahora, crecieron al amparo
de los recursos de los trabajadores, hicieron negocio a cargo del erario
público y sus “inversionistas” obtuvieron jugosas ganancias.
De hecho, esas “empresas” aplicaron con “consentimiento” de
la STPS la política de despidos masivos para evitar relaciones laborales, gozaron
de una política fiscal muy flaca y realizaron compras de terrenos “reservas”
del ejecutivo federal y algunos estados de la república a precios muy por
debajo de su precio.
Hicieron un gran negocio a partir de la “benevolencia” de
las administraciones panistas y ahora se encuentran “emproblemadas“ por una
pésima administración y SEGURAMENTE por los favores pagados a nuestros
administradores públicos dice Jorge
Carlos Ramírez Marín, titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario,
Territorial y Urbano (SEDATU) vaya nombrecito para la Reforma agraria: “No
está previsto en el presupuesto ningún tipo de rescate fiscal, destinado a
rescate alguno, de empresa alguna", pero agrega inmediatamente “URBI, GEO, HOMEX, siguen construyendo
vivienda, tienen desarrollos en proceso, por lo tanto, podrían cumplir con los
requisitos para tener acceso a algún financiamiento” SALUD
No las vamos a rescatar, pero les podemos prestar y hasta
hacernos deudores solidarios ante las instituciones bancarias nacionales para “ayudarlas”
Así pues otro negocito.
SALUD
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