La misma camada pero con diferente cara
Trabalenguas dice Peña y pues la pobresora (no por su pecunia
sino por su incultura) no tuvo disculpa, la de ella fue repetida hasta el
cansancio en los medios electrónicos, la de él se reservo para terceras hojas
de medios impresos. SALUD
El mismo error de dislexia en dos hijos de la pobreza
educativa de este país, en lo que UNESCO clasifica como severa dificultad para
leer, pero al final en dos “encumbrados” por la mediocridad.
Mediocre sistema educativo que se trata de corregir con
evaluaciones a los maestros, mientras los programas de estudio permanecen
intocados, mientras las metodologías de enseñanza-aprendizaje se limitan a la
transmisión y repetición de contenidos (muchas veces obsoletos) y mientras la
pertinencia de la educación se mide en fechas y nombres. SALUD
Mediocre comunicación mediática que nos presenta textos
pésimamente elaborados, pior leidos (así) y recibidos por
una población carente de educación y con una muy baja formación cultural.
Decía Don Jesús: “un lenguaje fluido, implica capacidad de
comunicación, uno rebusnado sólo muestra mediocridad y altanería”
también decía: “quien no sabe leer mejor que diga lo que sabe, si es que sabe algo”
Pues sí, quizá resulte mejor que realicen su comunicación de
manera espontánea, al menos como Fox,
serán chistosos.
Quien escribe discursos para otros, conoce las debilidades
del lector (pero aunque no las conociera, el lector debe revisar el texto en
privado antes de enfrentarse a él en público) el escritor de discursos incluso
frasea con el lector antes de la lectura, pero parece que aun así todo sale mal
a pesar de ello.
Leer en público requiere saber leer (una competencia ―como
pomposamente la denominan ahora― básica) para saber leer hay que desarrollar la
habilidad, es decir hacerlo, de hecho recuerdo mucho una explicación que tuve
que ofrecer a uno de esos críticos acérrimos del sistema educativo (hijo de buena
―no por sus costumbres, sino por su pecunia― familia y educado en el
extranjero) que se aferraba a la idea de que el analfabetismo se abatía alfabetizando,
que no entendía que la alfabetización se hace con la posibilidad de leer y
escribir. De esos mexicanos que ignoran
las condiciones de vida de la mitad de la población mexicana y no saben que ahí
primero se come y después, mucho después se lee.
Pero en fin, los epidemiólogos atienden las emergencias
epidemiológicas y los líderes sindicales del sistema educativo nacional apoyan
a los “modernizadores” del sistema educativo nacional, para dejar las cosas
como están o peor.
Esas epidemias de severa dificultad para leer no se corrigen
con reformas educativas administrativas.
SALUD
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