Cuando escuche a Luis
Videgaray indicando que la “agenda
económica será preponderante en los temas que trataran Obama y Peña” me
sorprendí e intenté poner atención a la argumentación (que obviamente no
existió) pero cuando remató con un “los
comentarios de la economía mexicana en Estado Unidos y en el mundo, son muy
alentadores” casi me meo de la risa.
En la lógica de Videgaray,
el que “se hable bien de algo en el mundo” significa que en la agenda bilateral
México-EU se convierte en el tema, una lógica muy poco aceptable y hasta
fantasiosa.
Entre algunos grupos de la “clase política” se ha
comenzado a difundir la versión de que Obama
trae una agenda de seguridad a cambio de una propuesta de migración, pero la
Casa Blanca NO PUEDE intervenir en el proceso de ley migratoria norteamericana
más que a nivel de observador.
Como diría Jorge Castañeda,
la participación de Obama en el
proceso legislativo norteamericano se limita a leer los diarios.
La agenda de una relación bilateral se construye con los temas
que interesan a la parte dominante de la relación (como sucede en una casa, en
un negocio o en una empresa) el que tiene el poder de establecer a agenda es el
que tiene el poder de imponer las condiciones.
Recuerdo hacia principios de los 80 (cuando se construía el
Consulado norteamericano en Hermosillo) que una persona de allá, me comentó que
las paredes eran de 40 centímetros y tenían una placa de acero de 2 pulgadas,
pues los gringos querían seguridad, SALUD.
También viene a mi memoria el debate respecto de la
legalización de la marihuana en algunos estados de la unión y el impacto que en
materia de seguridad tendrían esas reformas legislativas locales, es decir reducción
de la violencia y distensión social y (sobre todo) desarrollo económico legal,
lo que hace que en 18 estado y un distrito ya la producción, comercialización y
consumo sea legal.
Un debate que en México se destapó tarde (quizá a mediados
de los 90) y que ha estado aletargado por cuestiones moralistas más que por
problemas reales de carácter legal y que seguro es parte de la “agenda” que Obama pondrá en la mesa.
De la migración mejor no hablamos, a los Estados Unidos (al
poder ejecutivo de los Estados Unidos) el tema de migración NO LE IMPORTA más
que como complemento, siempre dividirá a la sociedad y generará apoyos y
desaprobaciones entre los votantes, a valoración de avanzar en no otro sentido está en las cámaras y su camino
hasta llegar a una posible votación será tortuoso e incierto.
El tema pues será la seguridad, lo que está costando a los
Estados Unidos la falta de control qe respecto e los carteles se tiene y los
brotes de violencia social que en razón de la inactividad política nacional (o
del apresuramiento legislativo dirían otros) se está generando en México, con
para Estados Unidos (para el poder ejecutivo de los Estados Unidos, para los
legisladores, pero especialmente para los poderes fácticos norteamericanos) la
principal preocupación, una preocupación real, pues significan desestabilización
social y económica allá.
SALUD.
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