Apenas el 22 de febrero arrancaron oficialmente las
precampañas en Baja California, aunque en la realidad Tijuana, Mexicali y otras
localidades estaban llenas de propaganda de “aspirantes” a contender por los
diferentes cargos y (aunque está prohibido) las televisoras y las estaciones de
radio entrevistaron precandidatos y “aspirantes”.
La ley electoral local fue pasada por alto por los
ciudadanos (dispuestos a contender por el bien de los baja californianos), por
los partidos políticos y por los entes de interés público (televisoras y
radiodifusoras) desafiaron la normatividad vigente pues los políticos saben que
violar la ley no implica sanción alguna e incluso que si la hubiera, es mucho
menos costosa que una elección.
De hecho, dicen que Jorge Hank en reunión con otros “distinguidos
empresarios locales y nacionales” formó un cochinito (bastante cochino) con
unos 50 millones de pesos para “difusión de imagen” (lo que eso signifique) a
cambio de seis años de prosperidad para Baja California y para ellos. SALUD.
Ellos hacen sus cálculos y deciden transgredirla la ley pues
si hay que encarar una sanción siempre será menor que el beneficio obtenido,
con lo que se demuestra que el exceso de regulación sólo es eso, regulación
excesiva.
Aunque el proceso de precampañas se presenta hasta el 5 de
abril próximo, la alianza “Compromiso por Baja California” liderada por el PRI
y en el que participan además PT, PVEM y el PES (Partido Encuentro Social),
sólo cuenta con un precandidato a la gubernatura: Fernando Castro Trenti, que según dicen algunos es el único
contrapeso de Hank Rhon (aunque fue
su coordinador de campaña en el proceso electoral local anterior) y se le
conoce por arranques de violencia muy poco controlables y menos útiles en
política, de hecho los adversarios (e incluso los aliados) ven en ello un
gravísimo problema, pues estalla con cualquier cosa.
Enfrente en la alianza “Unidos por Baja California”,
encabezada por el PAN y en la que además está conformada por PANAL, Partido
Estatal de Baja California (PEBC) y el PRD; en donde se han registrados dos
precandidatos fuertes: Francisco “Kiko” Vega y Héctor Osuna Jaime, el primero de los grupos “emergentes” y el
segundo viejo (viejísimo)militante del panismo local.
Es decir se enfrenta ahí el viejo y nuevo PAN (aunque en la
coalición está el PRD) y en las precampañas empieza a surgir “fuego amigo” que
ensucia a ambos aunque más a Osuna; además hay indicios de que tanto la
estructura partidista como la gubernamental están jugando con “Kiko”
y aunque se programaron cinco debates entre ellos, la capacidad de organización
es muy limitada.
Baja California ha estado gobernada por el PAN desde 1989 y
parece que la ola roja (o verde) del copete puede levantar frutos (quizá los
últimos) en esa elección, es por ello que el PAN al aliarse con el PRD y el
PANAL “cedió” Ensenada al primero y Playas de Rosarito al segundo, además de
cuatro distritos electorales al PRD, así, aunque gane pierde y pierde mucho,
pero allá piensan que “era la única manera de tener posibilidades de triunfo”
pues nuevamente SALUD.
El padrón bajacaliforniano es muy nutrido en jóvenes (los
menores de 30 años representan e 30% del mismo) y el nivel educativo de ellos
es alto (el más alto del país después del DF) para aquellos que dicen que a
menor educación y mayor edad mayor voto priista, esta elección será sin lugar a
dudas desmentido claro, los electores de Baja California parecen tomar decisiones
en razón de otro tipo de cosas, sólo como parte del anecdotario, en 1988 Cuauhtémoc Cárdenas ganó la elección
para Presidente de la república en Baja California y un año después el PAN
llegó a la gubernatura con Ruffo.
Aunque no está escrito quien será el candidato “panista” de
una coalición rara, seguro será el candidato perdedor.
Comentarios
Publicar un comentario