Dos movimientos telúricos en un lapso de menos de 15 días el primero, el mayor que se haya sentido en México desde que se tiene registro de ellos y el segundo (cuando menos que yo recuerde) el primero con esa magnitud en tierra firme, uno a unos kilómetros de Chiapas y el otro en los límites de los territorios de Puebla y Morelos. El primero día siete de septiembre, que actuó contra poblaciones del sur del país, causando el mayor daño en el Istmo de Tehuantepec, en una ya muy de por sí olvidada y depauperada zona; apenas habían reaccionado nuestros “ ilustrísimos ” personajes públicos y estaban realizando (o cuando menos eso decían) los censos de daños (como si un censo sirviera para algo) y un nuevo cataclismo que me hizo recordar (de manera vívida) una imagen satelital que mostraba la devastación causada en Managua por un sismo de 6.5 grados Richter a unos Kilómetros de esa capital Centroamericana en 1972 y pensar en la inmensa pérdida humana, material y financiera que podría ...
Esto no es un herror, es un orror pero observa por qué